El reflujo biliar es un trastorno que implica el flujo retrógrado, es decir, hacia atrás en lugar de hacia delante, de bilis desde el intestino delgado hacia el estómago y el esófago.
¿Cómo funciona el sistema digestivo y cuál es el papel de la bilis?
La bilis es un líquido verdoso que te ayuda a digerir las grasas y fluye en un sentido específico. Se forma en el hígado, se acumula en la vesícula biliar y se libera con las comidas en el duodeno, que es la parte del intestino delgado más cercana al estómago. Desde el duodeno, se mezcla con los alimentos y progresa hacia tramos más lejanos del intestino ayudándote en la digestión de las grasas. También contribuye a la eliminación de toxinas y desechos metabólicos del cuerpo.
Aunque es menos conocido que el reflujo ácido gastroesofágico, el reflujo biliar puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. Estudios recientes indican que puede llegar a afectar a uno de cada cinco pacientes que acuden a consulta por dolor abdominal. Esta cifra se triplica, aumentando hasta un máximo de tres de cada cinco personas cuando hay un antecedente de cirugía de la vesícula biliar.
Por problemas en dos zonas clave del sistema digestivo:
Cuando la bilis llega a zonas que no están preparadas para su composición, puede irritar y dañar los tejidos.
¿Sabe en qué situación se encuentra su salud digestiva? Descúbralo con nuestro test validado científicamente.
¿Sufre de hinchazón, acidez, estreñimiento o malestar digestivo? Su sistema digestivo es clave para su bienestar general, y ahora puede evaluarlo fácilmente.
En ICAdig, hemos desarrollado un test de salud digestiva interactivo, basado en escalas científicas validadas, utilizadas por especialistas en gastroenterología para medir síntomas, hábitos y calidad de vida digestiva. Lo ponemos a su alcance para que, en solo unos minutos, obtenga un resultado personalizado con recomendaciones para mejorar su bienestar digestivo.
¡Evalúe su salud digestiva ahora y mejore su bienestar!
El reflujo biliar raramente tiene una única causa. Generalmente es el resultado de una combinación de factores que alteran el funcionamiento normal del sistema digestivo:
Factores Anatómicos y Quirúrgicos
Las cirugías del estómago, especialmente aquellas que afectan la parte baja y la extirpación del píloro (la válvula que regula el paso de los alimentos al intestino), pueden provocar un flujo incontrolado de bilis hacia el estómago, causando síntomas molestos.
Síntomas comunes del reflujo biliar postquirúrgico:
Este problema, conocido como gastritis por reflujo biliar, es poco frecuente en personas sin cirugías previas, pero es más común después de ciertos procedimientos como:
También la colecistectomía, o extirpación de la vesícula biliar, puede alterar el flujo normal de la bilis, lo que provoca reflujo hacia el estómago.
Para tu conocimiento:
Si has pasado por una cirugía abdominal y experimentas síntomas como dolor persistente o sabor amargo en la boca, es recomendable consultar a un especialista para encontrar el tratamiento más adecuado.
Factores Hormonales y Neurológicos
El sistema digestivo está regulado por una compleja red de hormonas y nervios. Alteraciones en este sistema de control, como la gastroparesia, pueden afectar la motilidad digestiva y el funcionamiento de los esfínteres, facilitando el reflujo biliar.
Factores del Estilo de Vida
El sobrepeso, una dieta alta en grasas, el consumo excesivo de alcohol y el estrés crónico pueden contribuir al desarrollo y agravamiento del reflujo biliar. La evidencia científica sugiere que estos factores pueden alterar tanto la producción como el flujo de la bilis.
Disfunción del esfínter de Oddi
Este músculo se encuentra en la papila de Vater. En la encrucijada entre la vía biliar y el duodeno. Su mal funcionamiento puede impedir que la bilis fluya correctamente hacia el duodeno. Su presión puede estar anormalmente baja, pierde su capacidad de contracción adecuada o puede alterarse la coordinación temporal de apertura y cierre con la ingesta de alimentos.
Uso prolongado de medicamentos
Algunos fármacos, como los analgésicos o antiinflamatorios, pueden afectar la motilidad gástrica y contribuir al reflujo.
El reflujo biliar se asocia, a menudo, con otros problemas digestivos, creando un círculo vicioso que puede complicar tanto el diagnóstico como el tratamiento. Las investigaciones recientes han mostrado conexiones significativas con las siguientes patologías digestivas:
Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE)
El reflujo biliar puede coexistir con la ERGE, complicando el cuadro clínico y requiriendo un enfoque terapéutico más específico. De hecho, estudios recientes muestran que la prevalencia del reflujo biliar en pacientes con ERGE puede variar ampliamente, desde un 10% hasta un 97% según diferentes investigaciones. Esta gran variabilidad se debe a diferentes factores como los métodos de diagnóstico utilizados, las poblaciones estudiadas y la definición específica de reflujo biliar empleada en cada estudio.
La exposición prolongada de la mucosa gástrica a la bilis puede llevar a una inflamación crónica, que a su vez puede aumentar la probabilidad de desarrollar otras complicaciones. Estas complicaciones son más frecuentes en pacientes con cirugías previas del tracto gastrointestinal superior y en aquellos con exposición prolongada a la bilis.
Entre las posibles complicaciones que se pueden desarrollar se encuentran:
Los estudios han mostrado que el reflujo biliar duodenogástrico está presente en una proporción significativa de pacientes con reflujo gastroesofágico, incluso aquellos que están en tratamiento con inhibidores de la bomba de protones (IBP, como el omeprazol y su familia).
Sin embargo, no parece haber diferencias en la intensidad de reflujo biliar entre pacientes sintomáticos y aquellos sin síntomas, cuando están en tratamiento con IBP.
Por otra parte, sí que se ha visto que cuando las lesiones por reflujo en el esófago son más intensas, suele existir un mayor componente de reflujo biliar asociado.
Daño progresivo en el tejido de tu tubo digestivo
La exposición constante a la bilis puede dañar gravemente el estómago y el esófago. Los ácidos biliares, al actuar como detergentes, debilitan la barrera protectora de la mucosa, facilitando lesiones más profundas.
Con el tiempo, este daño puede provocar una inflamación crónica, que en algunos casos evoluciona a cambios precancerosos, como la metaplasia intestinal y, eventualmente, la displasia. Estos cambios ocurren debido al estrés oxidativo y alteraciones en los genes que controlan el crecimiento celular.
Riesgo aumentado de cáncer
Las investigaciones han establecido una clara relación entre el reflujo biliar crónico y el desarrollo de cáncer digestivo. Este riesgo se debe principalmente al daño continuado que los ácidos biliares causan en el ADN celular, junto con la inflamación crónica que promueve cambios celulares precancerosos.
El riesgo es particularmente elevado en pacientes con esófago de Barrett, donde el tejido esofágico ya ha sufrido cambios metaplásicos (las células normales de un tejido se transforman en otro tipo de células que no suelen estar en esa zona).
La gravedad del riesgo está relacionada tanto con la concentración de la bilis como con el tiempo de exposición, siendo especialmente importante en áreas donde la bilis tiende a acumularse por efecto de la gravedad.
Esta relación subraya la importancia de:
Los síntomas específicos pueden variar, pero la sensación de ardor suele describirse como una molestia que se extiende desde la parte superior del abdomen hasta la garganta.
Las características del ardor por reflujo biliar pueden incluir:
Los síntomas que parecen tener más capacidad para que llegues a sospechar que padeces un reflujo biliar grave son:
El primer paso en el diagnóstico consiste en una evaluación detallada de tus síntomas, en consultas en las que cuentes con el tiempo suficiente para explicar lo que te pasa.
Mientras que el reflujo ácido suele presentarse con ardor estomacal y regurgitación ácida, con el reflujo no ácido puedes tener síntomas más característicos como el sabor amargo persistente, náuseas y vómitos biliosos (de color amarillo-verdoso).
Es importante destacar que los síntomas pueden variar entre las personas, y no siempre se experimentarán todos estos síntomas. Por eso, si crees que puedes padecer reflujo biliar, contacta con ICAdig para poder ayudarle.
A continuación, te contamos la técnicas empleadas para el diagnóstico de reflujo biliar:
Bilitec
El sistema Bilitec mide la bilirrubina en el esófago para diferenciar el reflujo biliar del reflujo ácido. Aunque es preciso en laboratorio, su fiabilidad en la práctica clínica es limitada, ya que puede subestimar el reflujo en ambientes ácidos y no se correlaciona bien con el daño esofágico. Además, no ha demostrado ser superior a las pruebas de pH y su combinación con estas no ha mejorado significativamente el tratamiento en pacientes con inhibidores de la bomba de protones (IBP).
Impedanciometría y pHmetría
La monitorización de impedancia-pH (impedanciometría con pHmetría) es una técnica avanzada que permite detectar tanto el reflujo ácido como el no ácido, siendo especialmente útil en pacientes que siguen presentando síntomas a pesar de tomar inhibidores de la bomba de protones (IBP). A diferencia del sistema Bilitec, ofrece una evaluación más completa al identificar el tipo de contenido refluido (líquido, gas o mixto) y su relación con los síntomas, lo que facilita un diagnóstico más preciso, especialmente en casos de trastornos como el síndrome de rumiación o el eructo excesivo.
Endoscopia digestiva alta o gastroscopia
La endoscopia digestiva alta es una prueba que puede ayudar a detectar el reflujo biliar, pero tiene algunas limitaciones. Puede mostrar la presencia de bilis en el estómago, inflamación en la parte baja del estómago (gastritis antral) o úlceras. Sin embargo, estos hallazgos no siempre son suficientes para confirmar el diagnóstico de reflujo biliar.
Los estudios han demostrado que la endoscopia, por sí sola, no es completamente fiable para diagnosticar el reflujo biliar, a menos que haya inflamación activa sin la presencia de la bacteria Helicobacter pylori.
A pesar de esto, la endoscopia es útil para detectar complicaciones relacionadas con el reflujo biliar, como la inflamación del esófago (esofagitis) o el esófago de Barrett.
Gammagrafía hepatobiliar con HIDA
La gammagrafía hepatobiliar (HIDA scan) es una prueba de medicina nuclear que evalúa la función de la vesícula biliar y el flujo de la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado mediante un marcador radiactivo. Es especialmente útil en personas operadas de cirugía bariátrica, como el bypass gástrico, donde el riesgo de reflujo biliar es mayor. Su precisión puede mejorarse combinándola con técnicas como el SPECT/CT, que permite una localización más precisa del reflujo, o con la ingesta de una comida grasa para estimular la liberación de bilis. Comparada con otros métodos, la gammagrafía HIDA ha demostrado ser más sensible en la detección del reflujo duodenogástrico, especialmente cuando se combina con pruebas que miden ácidos biliares en el estómago.
En resumen, las claves para el diagnóstico del reflujo biliar son:
La principal diferencia entre el reflujo biliar y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) radica en la naturaleza de los fluidos que regresan del estómago al esófago.
Ambos trastornos pueden presentar síntomas gastrointestinales similares, pero la naturaleza de los fluidos que vuelven hacia el esófago es lo que marca la diferencia.
En la siguiente tabla, te mostramos las diferencias principales entre el reflujo biliar y el reflujo ácido gastroesofágico:
Si has llegado hasta aquí, es muy probable que te preguntes: ¿cómo eliminar el exceso de bilis en el estómago?
El tratamiento del reflujo biliar generalmente implica abordar los síntomas y reducir la cantidad de bilis que regresa al esófago. Aquí te contamos algunas estrategias:
Medicamentos:
Estilo de Vida Saludable:
Es bueno que mantengas un peso saludable y evites la obesidad, ya que el exceso de peso puede aumentar la presión en el estómago y favorecer el reflujo. También es preferible no acostarse inmediatamente después de comer.
Tratamiento Quirúrgico:
En casos graves o cuando no se logra un control adecuado con cambios en el estilo de vida y medicamentos, se puede considerar la cirugía antirreflujo, como la funduplicatura de Nissen, para corregir problemas en el esfínter esofágico inferior. En pacientes con cirugías gastroesofágicas previas puede llegar a ser preciso realizar otro tipo de reconstrucción gastrointestinal. Sin embargo, la calidad metodológica de los estudios es limitada, con una alta probabilidad de sesgos.
Una dieta para el reflujo biliar se centra en reducir la cantidad de bilis que regresa al esófago y minimizar los síntomas. Aquí hay algunas pautas generales que pueden ayudar, pero lo cierto es que no hay evidencia científica relevante que lo respalde:
Consúltanos para más información, ya sea con una cita médica online o una cita presencial en Madrid. Quítate las dudas de padecer Reflujo Biliar.
1. ¿Cómo puedo saber si tengo reflujo biliar?
Si experimentas síntomas como dolor en la parte alta del abdomen, sabor amargo persistente en la boca y náuseas frecuentes, es recomendable acudir a un especialista para una evaluación detallada.
2. ¿Qué alimentos debo evitar si tengo reflujo biliar?
Es mejor evitar comidas grasas, frituras, cítricos, alcohol y bebidas gaseosas, ya que pueden empeorar los síntomas.
3. ¿El reflujo biliar tiene cura?
No existe una cura definitiva, pero con un tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, los síntomas pueden controlarse de manera efectiva.
4. ¿Qué diferencias hay entre el reflujo biliar y el reflujo ácido?
El reflujo ácido está relacionado con el ácido gástrico y mejora con antiácidos, mientras que el reflujo biliar se debe a la bilis y no responde tan bien a estos medicamentos.
5. ¿Cuándo debo considerar la cirugía para el reflujo biliar?
La cirugía se recomienda solo cuando los tratamientos médicos y los cambios en la dieta no logran controlar los síntomas de manera eficaz.
La salud digestiva es un aspecto crucial de nuestro bienestar general. Confíe en los especialistas del aparato digestivo de ICAdig para recibir atención de calidad. Nuestro equipo de expertos no solo cuenta con la experiencia necesaria, sino que también se compromete a proporcionar un enfoque personalizado y comprensivo para cada paciente.
Le atenderemos encantados, siempre de la mano de nuestros especialistas en el aparato digestivo. En ICAdig, usted puede tener una consulta online o de forma presencial.
Calle Claudio Coello 117, 28006 Madrid
Calle de Juan Bravo 10, bajo, 28006 Madrid
C/ Claudio Coello, 117 y C/ Juan Bravo, 10; 28006 Madrid