Helicobacter pylori y su Relación con el Cáncer de Estómago

Principal causa del cáncer gástrico

El doctor Marin Gabriel explica las caracteristicas de las lesiones en el estomago que conllevan un cancer gastrico efe 1170x752

Helicobacter pylori es una bacteria que infecta el estómago y es reconocida como un factor clave en el desarrollo del cáncer gástrico. Afecta a más de la mitad de la población mundial y se adquiere principalmente durante la infancia. Una vez establecida en el estómago, puede persistir durante décadas, provocando inflamación crónica y cambios precancerosos en la mucosa gástrica.

Esta bacteria es el principal factor de riesgo para el cáncer de estómago, uno de los más comunes y letales a nivel mundial. Causa una inflamación crónica (gastritis), que puede progresar a condiciones más graves como la atrofia gástrica, la metaplasia intestinal, la displasia y, finalmente, el adenocarcinoma gástrico.

Papel de Helicobacter pylori

La Helicobacter pylori tiene la capacidad de sobrevivir en el ambiente ácido del estómago gracias a la producción de ureasa, una enzima que neutraliza el ácido gástrico. Además, secreta toxinas como las proteínas CagA y la VacA, que dañan las células del estómago y alteran las respuestas inmunitarias del huésped, contribuyendo a la inflamación crónica y a la alteración de la barrera mucosa del estómago. Esta bacteria puede evadir el sistema inmunológico del huésped, permitiendo una infección persistente que es crítica para la progresión a estados más avanzados de enfermedad gástrica.

Factores Predisponentes y Proceso de Deterioro

Factores Predisponentes

La metaplasia intestinal, especialmente cuando es extensa, es un factor predisponente importante para el desarrollo de cáncer de estómago. Esta condición implica la transformación de las células gástricas normales en células similares a las del intestino, un cambio que tiende a ser irreversible. Otros factores incluyen la presencia de anemia perniciosa y ciertos tipos de pólipos hiperplásicos, que aunque generalmente benignos, pueden desarrollar áreas de malignidad cuando adquieren un gran tamaño y desarrollan áreas de células displásicas (diferentes a las normales) bajo ciertas condiciones.

La inflamación crónica de la mucosa del estómago, a menudo causada por la bacteria Helicobacter pylori, es un contribuyente significativo a la aparición de estas lesiones. Esta bacteria induce una respuesta inflamatoria crónica que, con el tiempo, puede llevar a la atrofia gástrica y a la metaplasia intestinal, aumentando significativamente el riesgo de progresión a displasia y, finalmente, a adenocarcinoma gástrico.

Proceso de Deterioro

El proceso de deterioro que lleva al cáncer gástrico sigue una secuencia conocida como la «cascada de Correa», que describe la progresión desde una gastritis crónica a la atrofia gástrica, luego a la metaplasia intestinal, displasia y, finalmente, adenocarcinoma. Este proceso puede tardar varios años en desarrollarse. No todos los individuos con gastritis crónica o metaplasia intestinal desarrollarán cáncer gástrico, pero el riesgo aumenta significativamente con la presencia de estas lesiones precursoras.

La gastritis crónica es el primer paso en esta cascada, causada típicamente por la infección con Helicobacter pylori. Si la inflamación persiste, puede llevar a la atrofia gástrica, donde las células normales del estómago se pierden y la mucosa se adelgaza. La atrofia puede progresar a metaplasia intestinal, una adaptación en la que las células del estómago se transforman en células que se asemejan a las del intestino.

 

 

Diagnóstico y Tratamiento

Diagnóstico de Helicobacter pylori

El diagnóstico de la infección por Helicobacter pylori se puede realizar mediante pruebas invasivas y no invasivas. Las pruebas invasivas incluyen la endoscopia con biopsia, donde se obtienen muestras de tejido gástrico para detectar la presencia de la bacteria. Las pruebas no invasivas incluyen el test del aliento con urea y la detección de antígenos en heces.

Tratamiento de Helicobacter pylori

El tratamiento generalmente consiste en una combinación de antibióticos y un inhibidor de la bomba de protones (IBP) para reducir la producción de ácido gástrico y mejorar la eficacia de los antibióticos. La erradicación de Helicobacter pylori puede reducir significativamente el riesgo de desarrollo de cáncer gástrico, especialmente en pacientes con lesiones gástricas preexistentes.

En pacientes con daño gástrico avanzado, la vigilancia continua mediante endoscopias y biopsias es crucial para detectar y tratar lesiones precursoras antes de que evolucionen a cáncer. La vigilancia regular permite la detección temprana de cualquier cambio en la mucosa gástrica, lo que es esencial para prevenir la progresión a estados más avanzados de la enfermedad.

Stomach disease, doctor with anatomy model for study diagnosis and treatment in hospital.

Prevención del Cáncer de Estómago

Prevención Primaria

La prevención del cáncer de estómago implica la detección temprana y el tratamiento de la infección por Helicobacter pylori cuando existen lesiones preneoplásicas o si el paciente ya ha tenido un cáncer gástrico previo y conserva todo o parte de su estómago, así como la vigilancia de los pacientes con alto riesgo. Las estrategias preventivas incluyen la mejora de las condiciones sanitarias para reducir la transmisión de la bacteria, la promoción de hábitos alimenticios saludables y la educación sobre los factores de riesgo asociados con el cáncer gástrico.

Además, se están investigando vacunas contra Helicobacter pylori que podrían proporcionar una protección duradera contra la infección y reducir la incidencia de cáncer gástrico en el futuro. La investigación continua en este campo es esencial para desarrollar nuevas estrategias preventivas y terapéuticas.

Prevención Secundaria

La prevención secundaria se enfoca en la detección temprana y el tratamiento de lesiones precursoras antes de que progresen a cáncer. Esto incluye la vigilancia endoscópica regular de pacientes con metaplasia intestinal, displasia, o antecedentes familiares de cáncer gástrico. Las endoscopias periódicas permiten la detección temprana de cualquier cambio en la mucosa gástrica, lo que es crucial para prevenir la progresión a cáncer.

Gastritis Autoinmune y su Relación con el Cáncer Gástrico

Gastritis Autoinmune y Cáncer Gástrico

La gastritis autoinmune es una enfermedad en la que el sistema inmunológico ataca por error las células de la mucosa del estómago, provocando inflamación crónica. Esta condición puede llevar a la destrucción de las células productoras de ácido y factor intrínseco, necesario para la absorción de vitamina B12, resultando en atrofia gástrica. La inflamación persistente y la atrofia pueden inducir metaplasia, un proceso donde las células normales del estómago se transforman en células anormales, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer gástrico. Es crucial para las personas con gastritis autoinmune realizarse endoscopias y biopsias regulares para detectar cambios precancerosos en etapas tempranas, además de recibir suplementos de vitamina B12.

Gastritis Atrófica y su Progresión a Cáncer

La gastritis atrófica es una condición crónica caracterizada por el adelgazamiento de la mucosa gástrica debido a la pérdida de células productoras de ácido y enzimas digestivas. Esta condición suele ser causada por infecciones prolongadas con Helicobacter pylori o mecanismos autoinmunes. La atrofia gástrica crea un ambiente propicio para la metaplasia intestinal y la displasia, ambos cambios precancerosos en las células gástricas. La inflamación crónica continua puede dañar las células y promover la transformación maligna, incrementando así el riesgo de cáncer gástrico. La detección temprana y el seguimiento son esenciales para prevenir la progresión a cáncer.

Metaplasia Intestinal y su Papel en el Cáncer Gástrico

La metaplasia intestinal es una condición en la que las células gástricas normales son reemplazadas por células similares a las del intestino, generalmente como respuesta a una inflamación crónica causada por Helicobacter pylori o gastritis autoinmune. Este cambio adaptativo puede predisponer al desarrollo de displasia y cáncer gástrico. Existen dos tipos de metaplasia intestinal: completa e incompleta. La metaplasia completa, donde las células se asemejan a las del intestino delgado, tiene un menor riesgo de progresión a cáncer. En cambio, la metaplasia incompleta, que presenta células más similares a las del intestino grueso, tiene un mayor potencial maligno. Es fundamental realizar un seguimiento regular con endoscopias y biopsias en pacientes con metaplasia intestinal para monitorizar su evolución.

Diagnóstico y Herramientas de Detección

Displasia y su Significado

La displasia es una alteración premaligna caracterizada por cambios anormales en las células del revestimiento del estómago. Estas modificaciones en la estructura y función celulares más avanzada que la metaplasia intestinal y es un indicador de alto riesgo para el desarrollo de cáncer gástrico. La displasia se clasifica en dos grados: bajo grado, con alteraciones celulares menores, y alto grado, con cambios más significativos y un mayor riesgo de progresión a cáncer. La detección temprana y el tratamiento de la displasia mediante endoscopias regulares y biopsias son esenciales para prevenir el cáncer gástrico. En casos de displasia de alto grado, se recomienda la resección endoscópica para extirpar las lesiones visibles y reducir el riesgo de malignización.

Endoscopia de Alta Definición y Cromoendoscopia

La endoscopia de alta definición junto con la cromoendoscopia es una tecnología avanzada que mejora significativamente la visualización de la mucosa del estómago, permitiendo detectar cambios atróficos y metaplásicos que podrían pasar desapercibidos con métodos endoscópicos tradicionales. La cromoendoscopia utiliza tintes especiales para resaltar áreas anormales, facilitando la identificación de lesiones precursoras y guiando las biopsias hacia las zonas más sospechosas. Esta técnica es crucial para un diagnóstico preciso y para la toma de decisiones en el manejo de lesiones gástricas precancerosas.

Vigilancia y Seguimiento

Importancia de la Vigilancia

La vigilancia endoscópica es esencial para los pacientes con alto riesgo de cáncer gástrico, como aquellos con metaplasia intestinal extensa, displasia o antecedentes familiares de cáncer gástrico. Las endoscopias periódicas permiten la detección temprana de cualquier cambio en la mucosa gástrica, lo que es crucial para prevenir la progresión a cáncer. La frecuencia de las endoscopias depende del grado de las lesiones y de los factores de riesgo individuales. En pacientes con atrofia o metaplasia intestinal localizada no es necesaria la vigilancia endoscópica. Si hay metaplasia intestinal incompleta, gastritis autoinmune, o antecedentes familiares, se recomienda la vigilancia cada tres años.

young man suffering from gastritis abdominal pain due to flatulence diarrhea or acidosis.

Precursores del Cáncer Gástrico

Pólipos Hiperplásicos

Los pólipos hiperplásicos son crecimientos benignos en el revestimiento interno del estómago, generalmente causados por una inflamación crónica. Aunque son benignos, su presencia puede indicar un ambiente propenso a desarrollar lesiones. La inflamación crónica que conduce a la formación de estos pólipos suele asociarse con infecciones por Helicobacter pylori. El riesgo de malignización es mayor en pólipos grandes (más de 2.5 cm) y en aquellos con metaplasia intestinal. El tratamiento endoscópico de estos pólipos puede ser desafiante debido a su tendencia a recurrir, especialmente en pacientes con cirrosis. Se requiere más investigación para optimizar su manejo.

Adenomas Gástricos

Los adenomas gástricos son crecimientos benignos que se originan a partir de las células glandulares en el revestimiento del estómago. Aunque son benignos, tienen un potencial significativo de malignización debido a las características displásicas presentes. Los adenomas grandes o aquellos con displasia de alto grado tienen una mayor probabilidad de progresar a adenocarcinoma gástrico. El manejo de estos adenomas incluye la resección endoscópica completa para prevenir su progresión a cáncer. Se recomienda el seguimiento endoscópico regular para detectar cualquier recurrencia o aparición de nuevos adenomas.

 

Estrategias Preventivas

Para prevenir las lesiones precursoras del cáncer gástrico, se recomienda evitar el tabaco, el alcohol y los alimentos procesados, ahumados y salados. La erradicación de Helicobacter pylori con antibióticos es una medida preventiva clave. La vigilancia médica regular, especialmente para personas con factores de riesgo como antecedentes familiares de cáncer gástrico o gastritis autoinmune, es crucial. Las endoscopias periódicas y las biopsias permiten identificar y tratar lesiones precursoras antes de que progresen a cáncer. La educación sobre hábitos alimenticios saludables y la mejora de las condiciones sanitarias también son estrategias importantes para reducir el riesgo de cáncer gástrico.

Conclusión

La identificación y el manejo adecuado de las lesiones precursoras del cáncer gástrico son esenciales para prevenir la progresión de la enfermedad. La erradicación de Helicobacter pylori, la vigilancia endoscópica regular y el seguimiento de las condiciones de riesgo son fundamentales para reducir la incidencia del cáncer gástrico. Es crucial continuar con la investigación y la educación para mejorar las estrategias preventivas y terapéuticas, garantizando así una mejor calidad de vida y pronóstico para los pacientes.

Os dejamos la entrevista completa en EFEsalud para que podáis verla en video: Clic aquí

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