Esofagitis Eosinofílica en adultos
Sus enigmas al descubierto
- Dr. José Carlos Marín
- Agosto 2023 (Actualizado Febrero 2025)
- Gastroenterología
Te estás comiendo un bocata de jamón en la grada del Bernabéu. De repente, el trozo que acabas de morder decide no llegar al estómago. Se te queda atascado en el camino. Lo pasas tan mal que hasta tienen que parar el partido para ayudarte. Poco tiempo después te acaban diagnosticando una esofagitis eosinofílica. La realidad, con frecuencia, supera a la ficción. Lo que acabas de leer es un caso real.
Ahora te ponemos en situación. El esófago es una especie de tubería que lleva la comida que tomas desde la boca al estómago. Si eres una persona sana, ni notarás que lo tienes.
Pero quizás te encuentres entre aquellos que, cada vez más frecuentemente, se diagnostican de esofagitis eosinofílica.
Si este es tu caso, la comida se te puede «hacer una bola» en este trayecto. Incluso es posible que se te haya atascado en algún momento de manera tan intensa que hayas tenido que acudir a un servicio de urgencias.
Lo que vas a leer a continuación te ayudará a poner mejor en contexto tu problema. Te sorprenderá saber lo que hay que hacer con los estudios de alergia o cuántas biopsias hay que tomar del esófago para estar razonablemente segura/o del diagnóstico.
También te contaremos qué tratamientos tenemos para ofrecerte y por qué es importante dedicar tiempo a hablar contigo. Debemos hallar juntos la receta con la que te encuentres más cómoda/o porque habrá que trazar un plan de vigilancia.
En contexto
La esofagitis eosinofílica fue descrita por primera vez a primeros de los 90. Se trata una enfermedad crónica que ha ganado atención en los últimos años debido al creciente número de personas que presentan esta enfermedad.
Como puedes imaginar, la esofagitis eosinofílica puede afectar significativamente tu calidad de vida, especialmente en lo que respecta a la alimentación y la deglución.
¿Qué es la esofagitis eosinofílica?
La esofagitis eosinofílica es una enfermedad inflamatoria crónica del esófago mediada por el sistema inmunitario y provoca síntomas porque altera su función normal.
¿Y a qué se deben esos síntomas que verás luego? Pues a una inflamación con predominio de eosinófilos en las biopsias esofágicas que puede acabar provocando daño en el tejido del esófago.
¿Y qué diantres son los eosinófilos? Son un tipo especial de glóbulos blancos o leucocitos. En su interior tiene unas armas especiales que otros tipos de células defensivas no tienen. Ese armamento tan peculiar sirve para defenderte de los parásitos, pero también es el origen de tus alergias, si es que las tienes.
¿Si tienes eosinófilos en el esófago, padeces una eosinofílica? No siempre. Hay que descartar otras causas tanto en el propio esófago, como en otros órganos que puedan producir también un aumento de los eosinófilos. Para que te hagas una idea, en el reflujo gastroesofágico puede haber este tipo de células en las biopsias. Se suele distinguir de una eosinofílica porque el número de eosinófilos que infiltra la mucosa esofágica es menor y, además, cuando es por reflujo, estas células tienden a aparecer en la zona del esófago más cercana al estómago, donde el daño por el ácido es mayor. En todo caso, cuidado con los extremos. Ambas enfermedades pueden coexistir en tu esófago. Es más, pueden ser más o menos independientes o afectar una a la otra.
De hecho, padecer una eosinofílica no excluye el reflujo, por lo que es fundamental que tu médico sepa orientarse adecuadamente.
El número de casos está claramente en aumento en las últimas décadas. Aunque antes se consideraba rara, hoy se ha convertido en una preocupación creciente para los especialistas en gastroenterología.
En Europa la incidencia es variable en función del país, pero oscila entre 1 y 20 casos nuevos al año por cada 100,000 habitantes. Afecta con mayor frecuencia a hombres que a mujeres y tiende a ser más común en adultos jóvenes y de mediana edad. En los niños también está aumentando.
Esofagitis eosinofílica: Causas y factores de riesgo
Aunque la causa exacta de la esofagitis eosinofílica no está bien establecida, se cree que está mediada por una reacción alérgica o inmunitaria a ciertos alimentos o alérgenos ambientales.
Los factores que incrementan la probabilidad para desarrollarla incluyen:
Sexo: Es más común en hombres que en mujeres.
Edad: Aunque puede presentarse a cualquier edad, es más frecuente en adultos jóvenes y de mediana edad.
Antecedentes alérgicos: Las personas con otras alergias, como rinitis alérgica, asma, eccema o alergias alimentarias, tienen un mayor riesgo de desarrollar esofagitis eosinofílica. De hecho, cuantos más problemas relacionados con la atopia padezcas, más probabilidades de que tengas asociada una esofagitis eosinofílica.
Antecedentes familiares: La presencia de esofagitis eosinofílica en familiares directos puede aumentar el riesgo, lo que sugiere un componente genético que confiere cierta predisposición a la enfermedad.

Tengo muchos síntomas ¿Es grave la esofagitis eosinofílica?
Los síntomas de la esofagitis eosinofílica pueden variar según la gravedad de la enfermedad y la presencia de complicaciones. Los más comunes incluyen:
- Dificultad para tragar o sensación de que los alimentos quedan atascados en el esófago. Es lo que se llaman en el entorno médico, disfagia.
- Malestar o dolor en el pecho no relacionado con la deglución.
- Impactaciones alimentarias: Lo que viene a ser un atasco del alimento que has ingerido. Sucede por la rigidez del esófago o por los múltiples anillos que aparecen en él cuando la enfermedad ha estado un tiempo activa.
En cuanto a la disfagia, en ocasiones se pueden generar comportamientos que ayuden a aliviarla. Puedes estar paliando este síntoma casi sin darte cuenta, así que, consulta si estás haciendo cosas como:
- Beber abundantes líquidos con los alimentos.
- Cortar los alimentos en trozos pequeños o tender a tomar purés.
- Evitar alimentos con texturas más duras.
- Masticar en exceso.
- Rehuir la ingesta de pastillas.
Es muy importante que sepas que no hay una relación directa entre los síntomas y la actividad de la enfermedad. Algunos pacientes pueden tener síntomas intensos con pocos eosinófilos en el esófago, mientras que otros pueden tenerlos leves pero una inflamación eosinofílica significativa en la mucosa esofágica. Esto subraya la necesidad de un diagnóstico preciso, con unas biopsias adecuadas del esófago, para guiar el tratamiento adecuado.
Como apunte adicional, y aunque aquí estamos hablando de la enfermedad en los adultos, debes saber que, en l@s niñ@s, los síntomas pueden ser más sutiles e incluyen vómitos frecuentes, rechazo a la comida, retraso en el crecimiento y dificultad para pasar de alimentos líquidos a sólidos.
Las pruebas de alergias alimentarias
¿Es la esofagitis eosinofílica una alergia alimentaria? Se podría decir que sí. Pero es un poco particular.
Y es que, como te contamos más arriba, los rasgos atópicos (la predisposición a alergias mediada por una proteína llamada IgE, que generan nuestras defensas) como el asma, la rinitis o el eczema son más frecuentes en la esofagitis eosinofílica. Aunque, ¡atención!… Eso no quiere decir que si eres atópico acabes teniendo una esofagitis eosinofílica.
Lo cierto es que algunos alimentos concretos pueden desencadenar la enfermedad y retirarlos te mejorará, como podrás leer más abajo.
Parece que, si padeces una esofagitis eosinofílica, puede haber desarrollado una reacción a moléculas ambientales que pueden provocar estímulo exagerado en tus defensas. Puede que hayan entrado en tu organismo por las vías respiratorias, o sea, por el aire, o puede que con los alimentos. A esas moléculas que pueden generar una respuesta inmunológica las llamamos alergenos.
Tanto las atopias como algunas alergias que también aumentan la IgE se pueden diagnosticar mediante análisis de sangre que detectan esas IgE específicas para esas sustancias (los alergenos), o con pruebas en la piel en las que se exponen pequeñas cantidades de los alimentos sospechosos en la piel para observar la reacción.
Total, que, si la esofagitis eosinofílica a menudo está asociada con aumento de la sensibilidad a ciertos alimentos, se podría pensar que hacer un estudio alergológico y pruebas de alergias alimentarias para identificar los desencadenantes es todo lo que hay que hacer. Parece resuelto el asunto, ¿no es así?
Pues ahora verás que no es tan fácil… El problema es que no parece que la enfermedad esté mediada por un sistema que implique directamente a la IgE. ¿Cómo te quedas?
Entonces, ¿Es realmente necesario hacer estudios de alergias alimentarias? Pues no.
Las últimas recomendaciones europeas y estadounidenses coinciden en que no hay que hacer pruebas de alergias a alimentos si tienes esofagitis eosinofílica. Diversos estudios han señalado que no ayudan a tomar decisiones en cuanto al tipo de alimento a eliminar de la dieta. No parece más eficaz que dar una dieta “clásica” de eliminación de alimentos. De hecho, sucede más bien lo contrario. Cuando se emplean dietas dirigidas por estudios de alergias, la enfermedad no evoluciona mejor. Más bien al contrario.
Diagnóstico de la esofagitis eosinofílica
El diagnóstico de la esofagitis eosinofílica se basa en una combinación de evaluación en la consulta, en función de lo que cuentas a tu médico, pruebas endoscópicas y análisis histológicos de muestras de biopsias esofágicas.
Se tendrá en cuenta:
- Historia clínica y evaluación de síntomas: Recopilaremos la información detallada sobre tus síntomas, antecedentes médicos y posibles factores desencadenantes.
- Endoscopia digestiva alta: Este procedimiento implica la inserción de un tubo flexible con una cámara en el extremo a través de la boca para visualizar el esófago. Durante la endoscopia, el médico buscará signos característicos de esofagitis eosinofílica, como anillos esofágicos, surcos longitudinales, exudados blancos y estrechamiento del esófago.
- Biopsias esofágicas: Durante la endoscopia, se tomarán múltiples muestras de tejido del esófago para su análisis microscópico. El diagnóstico de EEo se confirma si se observa una alta concentración de eosinófilos en el tejido esofágico, típicamente más de 15 eosinófilos por campo microscópico de gran aumento.
Es fundamental descartar otras causas de inflamación esofágica, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), infecciones o trastornos autoinmunes, antes de confirmar el diagnóstico de EEo.
Esofagitis eosinofílica: ¿Cuántas biopsias son necesarias?
El diagnóstico de la esofagitis eosinofílica se basa en la evaluación clínica y en hallazgos histológicos específicos obtenidos a través de las biopsias esofágicas. Para realizar una biopsia, el médico utilizará un endoscopio para obtener pequeñas muestras de tejido de la mucosa esofágica.
El hallazgo característico en la esofagitis eosinofílica es la presencia de un alto número de eosinófilos en el esófago. Un recuento de eosinófilos superior a 15 por campo de gran aumento en la mucosa esofágica es altamente sugestivo de la enfermedad. Sin embargo, el diagnóstico no puede basarse solo en la cantidad de eosinófilos presentes, sino que debe descartarse otras enfermedades que puedan causar una infiltración similar, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Esto ya lo has leído más arriba.
Es fundamental que las biopsias se tomen de múltiples áreas del esófago, ya que los eosinófilos pueden estar distribuidos de manera irregular en el tejido.
¿Vale con un par de ellas? ¡En absoluto! Para un diagnóstico lo más preciso posible se recomienda tomar al menos 6 biopsias en 2 frascos separados. Entre 2 y 4 biopsias por frasco. Son las recomendaciones de la Sociedad Europea de Endoscopia Digestiva y que, posteriormente, ha confirmado el American College of Gastroenterology.

Tratamiento de la esofagitis eosinofílica
Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de esofagitis eosinofílica, tendremos que trabajar contigo para desarrollar un plan de tratamiento adecuado. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes incluyen:
- Dietas de eliminación:En algunos casos, se puede recomendar una dieta de eliminación para identificar los alimentos que pueden estar exacerbando los síntomas del paciente. Los alimentos más comúnmente asociados con la esofagitis eosinofílica incluyen productos lácteos, trigo, huevos, soja, frutos secos, pescados y mariscos. En estos casos, la reintroducción se hace de manera escalonada, con controles mediante endoscopias y biopsias para determinar qué alimentos son los responsables. Dietas menos restrictivas pero que incluyan la retirada de al menos leche y trigo, parece que pueden ser tan eficaces como aquellas con más restricciones alimentarias.
- Fármacos:Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) se utilizan como tratamiento de la enfermedad, independientemente de que pueda o no haber reflujo asociado. Otra opción son los corticosteroides tópicos que se dan por vía oral pero apenas se absorben al resto del organismo. Más recientemente, se ha propuesto un nuevo fármaco biológico, llamado dupilumab, que bloquea moléculas mediadoras de la inflamación. Se administra mediante inyección subcutánea y su uso se reserva para aquellos casos que no responden o no toleran otros tratamientos.
- Dilatación esofágica:Si se presenta una estrechez significativa en el esófago, se puede realizar una dilatación por endoscopia para ensanchar la luz del esófago y hacer que mejores. En todo caso, se trata de un tratamiento complementario, por lo que se debe mantener el fármaco antiinflamatorio que se esté realizando, sin suspenderlo. Ambas medidas terapéuticas deben ir en paralelo.
Es importante tener en cuenta que algunos tratamientos pueden tener eventos adversos, y el médico discutirá estos riesgos potenciales contigo antes de comenzar cualquier terapia.
Seguimiento y mantenimiento de la esofagitis eosinofílica
Una vez que el paciente ha iniciado el tratamiento para la esofagitis eosinofílica, es esencial un seguimiento regular para evaluar la eficacia del plan de tratamiento y realizar ajustes según sea necesario. El seguimiento puede incluir controles periódicos de los síntomas y la realización de biopsias de seguimiento para evaluar la respuesta al tratamiento en las muestras de las biopsias esofágicas.
Se suele recomendar repetir dicha toma de muestras a los 2–3 meses de iniciar el tratamiento o cuando este se modifique de forma importante (por ejemplo, tras cambios en las dosis o sustitución de un tratamiento por otro alternativo).
En todo caso, el tratamiento de mantenimiento es fundamental. Debes mantener de forma continuada la dieta o el tratamiento con medicamentos para prevenir la reaparición de síntomas, evitar la actividad inflamatoria en la mucosa del esófago y sus alteraciones endoscópicas.
Preguntas frecuentes en esofagitis eosinofílica
1. ¿La esofagitis eosinofílica es lo mismo que el reflujo ácido?
No. Aunque comparten algunos síntomas, la esofagitis eosinofílica es una enfermedad inmunomediada y no se debe solo al ácido que refluye desde el estómago.
2. ¿Se puede curar la esofagitis eosinofílica?
Actualmente, la esofagitis eosinofílica se considera una enfermedad crónica. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, los síntomas pueden controlarse y la inflamación puede reducirse significativamente.
3. ¿Qué alimentos debo evitar si tengo esofagitis eosinofílica?
Los más comunes son leche, trigo, huevo, soja, frutos secos y mariscos. Sin embargo, cada caso es diferente, y la mejor manera de identificar los alimentos desencadenantes es con un proceso de eliminación y reintroducción supervisado por un especialista. Recientemente, hay evidencias que apoyan dietas de eliminación menos restrictivas que incluyan solo la evitación de uno o dos alimentos.
4. ¿La esofagitis eosinofílica puede causar cáncer de esófago?
La esofagitis eosinofílica no predispone al cáncer de esófago. Sin embargo, puede causar cicatrización y estrechamiento (estenosis) del esófago si no se trata adecuadamente.
5. ¿Cuánto tiempo tarda en mejorar la esofagitis eosinofílica con tratamiento?
Depende del tratamiento utilizado. Pueden mejorar los síntomas en 2 a 4 semanas con corticosteroides tópicos y en 4 a 6 semanas con dietas de eliminación. Pero recuerda que los síntomas no se correlacionan directamente con la inflamación. Si hablamos de mejoría de la inflamación en las biopsias, que es lo verdaderamente importante, la respuesta a los tratamientos farmacológicos puede aparecer en 6 a 12 semanas. Las dietas de eliminación pueden mostrar resultados en 4 a 12 semanas, dependiendo del tipo de dieta implementada.
6. ¿La esofagitis eosinofílica es hereditaria?
Existe un componente de predisposición genética, ya que es más común en personas con antecedentes familiares de la enfermedad o de otras afecciones alérgicas.
7. ¿Es posible llevar una vida normal con esofagitis eosinofílica?
Sí. Con un tratamiento adecuado y seguimiento médico, la mayoría de los pacientes pueden llevar una vida normal y controlar los síntomas eficazmente.
Conclusión
En resumen, la esofagitis eosinofílica es una enfermedad crónica del esófago que puede afectar significativamente la calidad de vida si no se diagnostica y trata a tiempo. Sin embargo, con el enfoque adecuado—ya sea mediante medicamentos, dieta de eliminación o dilatación esofágica, cuando sea preciso—es posible controlar los síntomas y prevenir complicaciones.
Si experimentas síntomas como dificultad para tragar o impactación alimentaria, solicita una consulta con nuestros especialistas para una evaluación adecuada y mejorar tu calidad de vida.
REFERENCIAS:
- Dellon, Evan S. MD, MPH, FACG1; Muir, Amanda B. MD2,3,4; Katzka, David A. MD, FACG5; Shah, Shailja C. MD, MPH6,7; Sauer, Bryan G. MD, MSc, FACG8; Aceves, Seema S. MD, PhD9,10; Furuta, Glenn T. MD11,12; Gonsalves, Nirmala MD, FACG13,*; Hirano, Ikuo MD, FACG13,*,†. ACG Clinical Guideline: Diagnosis and Management of Eosinophilic Esophagitis. The American Journal of Gastroenterology 120(1):p 31-59, 2025.