Ultraprocesados y cáncer de colon
Evita aumentar tu riesgo
- Dr. José Carlos Marín
- Marzo 2023
- Oncología digestiva
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Nuestra vida rápida
Si estas al día en lo que sucede en las redes, es difícil que aún no te haya llegado la noticia. En algunas cadenas de supermercados muy conocidas ya puedes comprar huevos cocinados. ¡Sí!, huevos a la plancha. Tener la comida preparada cuanto antes, almorzar y salir corriendo de nuevo, llevado al extremo.
En una vida como la nuestra, la necesidad de disponer de comidas más fáciles de preparar ha impulsado la producción de productos alimenticios con unas características peculiares. Se trata de preparados de bajo coste, que se mantienen en los estantes del punto de venta durante un tiempo prolongado, pueden no necesitar refrigeración, sencillos y rápidos de preparar. Esto ha llevado al desarrollo y progresivo incremento en el uso de numerosas técnicas de procesamiento de alimentos así como a una fuerte dependencia de aditivos y conservantes. Estos son los alimentos que llamamos ultraprocesados. Suelen ser ricos en sal, azúcar, grasas y calorías y tienen, generalmente, un pobre valor nutricional. ¿De qué estamos hablando? Te pongo algunos ejemplos: refrescos, bollería industrial, galletas, dulces y comidas preparadas.
Su consumo global ha estado aumentando en las últimas décadas, especialmente en países con rentas medias y bajas. Pero ¿qué cifras se manejan? Según algunas encuestas sobre consumo en los hogares o ventas en supermercados se sabe que en países como Italia, alcanzan hasta un 10% de la ingesta diaria de calorías. En Canadá sube casi al 50% y llega al 60% en los Estados Unidos. Incluso en algunos países europeos como Los Países Bajos y Alemania alcanzan casi el 80 % de las aportaciones calóricas.
Los distintos procesados
Dado que cada vez hay más interés sobre los efectos sobre la salud de estos alimentos, se han propuesto varios sistemas para clasificar los alimentos según su grado de procesamiento. El más utilizado es la clasificación NOVA. Este sistema asigna los alimentos a 1 de 4 grupos: 1) alimentos sin procesar o mínimamente procesados; 2) ingredientes culinarios, como sal, azúcar y aceite; 3) alimentos procesados, como recién horneados o enlatados, que se producen a partir de los elementos de los grupos 1 y 2 de NOVA y, 4) alimentos ultraprocesados.
Problemas de salud y procesado de alimentos
Actualmente, sabemos que determinados tipos de dieta son poco saludables, puesto que se asocian con múltiples enfermedades crónicas. Entre ellas, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Hasta la fecha, los ultraprocesados se han asociado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, depresión y mortalidad por todas las causas.
Tu dieta y el cáncer de colon
Entre los cánceres, el riesgo de cáncer de colon y recto es probablemente el más afectado por la dieta. Se cree que uno de cada dos casos de este tipo de cáncer están relacionados con factores de riesgo que puedes modificar, como la dieta y el estilo de vida. La obesidad, el alcohol y las dietas ricas en carnes rojas y procesadas se han asociado repetidamente con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Por el contrario, las dietas ricas en fibra, especialmente los cereales integrales, se han asociado con un menor riesgo.
Un estudio internacional reciente estudió la asociación de comida ultraprocesada con el riesgo de cáncer colorrectal en tres poblaciones diferentes de profesionales de la salud de los Estados Unidos. ¿Qué encontraron? Se observó una asociación positiva entre el consumo de este tipo de alimentos y el riesgo de cáncer colorrectal. Este vínculo fue especialmente relevante en el caso de los hombres y sobre todo para el cáncer que afecta al colon izquierdo. Incluso cuando se ajustaron los datos teniendo en cuenta el índice de masa corporal y otros indicadores de la calidad de la dieta, como el consumo de fibra, folatos, calcio o vitamina D, la asociación se mantenía. Estos resultados apoyaban hallazgos similares de un estudio previo en nuestro país.
Ultraprocesados y pólipos de colon
Si esto sucede con el cáncer de colon, los mismos investigadores se preguntaron si también podría haber una relación entre los ultraprocesados y las lesiones precursoras del cáncer de colon. Hablamos de los pólipos, tanto adenomas como lesiones serradas. Para ello, analizaron esas tres poblaciones de las que hablamos más arriba. Y es que, necesitamos comprender mejor en cuáles de las vías, a través de las que se desarrolla el cáncer de colon desde sus precursores, están incidiendo estos alimentos. Este enfoque en lesiones precursoras del cáncer de colon y recto puede ayudar a entender si es útil reducir el consumo de ultraprocesados para prevenir este tipo de cáncer.
Los resultados no fueron muy sorprendentes. En efecto, el consumo de alimentos ultraprocesados se asoció directamente con el desarrollo de adenomas colorrectales y lesiones serradas, así como con pólipos que llamamos de alto riesgo, los que tienen más de 10 milímetros o una displasia más avanzada. Esta relación entre los ultraprocesados y los precursores del cáncer de colon se dio tanto en hombres como en mujeres y para lesiones localizadas en cualquier zona del colon.
Pero ¿cómo?
La siguiente cuestión es, ¿cómo estos alimentos aumentan el riesgo de cáncer de colon y de aparición de sus precursores? Sin duda, la obesidad y el sobrepeso, ligados a un mayor consumo de estos alimentos ultraprocesados son un factor importante. Sin embargo, cuando se comparan individuos con índice de masa corporal e indicadores de calidad de la dieta similares, el mayor consumo de ultraprocesados en estos sujetos continúa siendo un factor diferencial que se asocia con más lesiones. Parece, por tanto, que este tipo de alimentos podrían estar relacionados con la aparición de los precursores del cáncer colorrectal, de manera independiente, haya o no obesidad o factores dietéticos protectores. Por ejemplo, los emulsionantes y edulcorantes artificiales tienen el potencial de aumentar la inflamación en el intestino. Dicha inflamación es un factor conocido en el desarrollo de cáncer colorrectal. Además de estos efectos que predisponen a la inflamación, los ultraprocesados también pueden tener efectos perjudiciales sobre la microbiota intestinal. Esta tendencia proinflamatoria y las alteraciones en la función del metabolismo intestinal podrían influir en el desarrollo de cáncer de colon y recto.
Otro asunto que probablemente tengas en la cabeza es si estos alimentos tienen la propiedad de generar cáncer por sí solos debido a sus aditivos o compuestos específicos formados durante el procesamiento de alimentos. A esto se le llama potencial carcinogénico, esto es, su capacidad de producir cáncer. Lo cierto es que este asunto puede ser muy difícil de estudiar. Sin embargo, existen ejemplos específicos que sugieren que puede haber una relación con el riesgo de cáncer. Por ejemplo, el nitrito de sodio que se utiliza en la producción de carnes procesadas. Algunos modelos animales y estudios en humanos han demostrado que este aditivo puede promover la formación de compuestos nitrosos específicos que tienen la propiedad de inducir mutaciones genéticas en las células y llevar al cáncer. También algunos tipos de grasas derivadas industrialmente, y que a menudo se encuentran en los ultraprocesados, se han relacionado con el cáncer en algunos estudios. Por último, la acrilamida es otro ejemplo de sustancia potencialmente carcinogénica formada durante el procesamiento térmico de ciertos alimentos. ¿Cómo podemos afirmar definitivamente todo esto? Pues se necesita más investigación experimental para determinar el impacto potencial de los ultraprocesados en los tumores del colon y definir bien los mecanismos subyacentes.
Conoce también los puntos ciegos
Como todo lo que se publica en ciencia, todos estos resultados tienen sus posibles limitaciones y pueden llevar a sesgos en las conclusiones. En los estudios de los que hemos hablado, se usaron cuestionarios de consumo de alimentos en la dieta que no estaban específicamente diseñados ni validados para medir con precisión la ingesta de ultraprocesados. Estos formularios tampoco permitieron detectar la creciente disponibilidad de estos alimentos según avanzaba el estudio. Volvemos al ejemplo del “nuevo huevo precocinado” del que hablamos al inicio de este artículo. Hace poco tiempo, ni siquiera existía.
Los estudios a los que nos referimos estudiaron la asociación de ultraprocesados del grupo NOVA 4 con la neoplasia colorrectal, sin embargo, no se evaluaron los otros 3 grupos NOVA. Sería interesante saber si también hubo una asociación con alimentos procesados del grupo NOVA 3. Por otro lado, también sería de gran interés conocer si las dietas ricas en alimentos no procesados del grupo NOVA 1 son protectoras frente a la aparición de precursores del cáncer de colon y recto.
Por último, puede haber otros factores detrás de un mayor consumo de ultraprocesados, que no se hayan tenido en cuenta y que también estén asociados con mayor riesgo de lesiones precursoras en el colon. Por ejemplo, algunos factores de estilo de vida y socioeconómicos también influyen en el riesgo de cáncer. Para muestra, un botón: tener unos pobres recursos económicos puede dificultar un acceso adecuado a la educación o a los sistemas de salud. Esto puede incrementar el riesgo de padecer cáncer en estas personas. Además, por esos déficits educativos mencionados, esta población puede tender a consumir más alimentos ultraprocesados. Estas complejas relaciones, difíciles de separar entre sí, es lo que llamamos “confusión”.
La manzana contra el huevo preparado
En resumen, estas nuevas investigaciones se suman a otras previas y sugieren que el consumo de ultraprocesados puede tener efectos perjudiciales en la salud a largo plazo. La relación ya conocida entre este tipo de alimentos y el desarrollo de cáncer de colon se amplía ahora al desarrollo de pólipos en el colon. Para confirmar esta asociación, estos resultados deben repetirse y, si es posible, medir de forma objetiva el consumo de ultraprocesados. Además, se necesitan estudios que den a conocer con más detalle los posibles mecanismos que llevan al cáncer partiendo de dichos alimentos.
En la parte positiva, si se confirma la asociación causa-efecto entre los ultraprocesados y los precursores del cáncer colorrectal, reducir su consumo en la dieta podría ser una estrategia para disminuir el riesgo de cáncer colorrectal. Además, dado el progresivo aumento en el número de casos de cáncer colorrectal en países donde el consumo de este tipo de alimentos ha aumentado, estas intervenciones pueden ser un asunto prioritario de salud pública.
En cualquier caso, con los datos que ya tenemos, parece más que razonable eliminar o reducir todo lo posible el consumo de ultraprocesados. Sustituirlos por una dieta más sana, rica en frutas y verduras, es la mejor opción. Como dice el aforismo anglosajón “An apple a day, keep the doctor away”. Así que, haz todo lo que esté en tu mano en cuanto a seguir una dieta saludable para prevenir problemas digestivos. Y si tienes alguna duda o nos necesitas, estamos a tu disposición.