Divertículos, diverticulitis y cáncer de colon
Síntomas, dieta, semillas, antibióticos y cirugía
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Doctor, ¿me opero después de una diverticulitis?
¡Buenas tardes, doctor! He venido porque tengo divertículos. He tenido varios episodios de diverticulitis (se inflamaron mis divertículos) y me han recomendado que me opere. Pero, fíjese, doctor… a mí no me dan muchas ganas de operarme. ¿Es necesario? Después de dos episodios de diverticulitis, me han dicho que debería pasar por el quirófano. ¿Qué opina?
Así empezaba una consulta reciente. Y es que, tradicionalmente, el antecedente de 2 o más episodios de diverticulitis, lo suficientemente graves como para requerir ingreso hospitalario, se consideraba una indicación de cirugía.
La persona afectada ya tenía sobrado conocimiento del tema. Manejaba perfectamente el lenguaje en relación con esta enfermedad del colon. Había sufrido varios ingresos en un hospital y, por tanto, recibido múltiples tratamientos antibióticos intravenosos. Pero no solo sabía de divertículos. También había aprendido, por la vía más práctica, sobre la asistencia médica. Sabía que, en las consultas tradicionales, con poco tiempo para hablar con los pacientes, era más rápido recomendar una cirugía que discutir detalladamente cuáles eran los pros y contras de dicho tratamiento en su caso concreto. Necesitaba que le tranquilizaran. Una amistosa charla con su médico era lo que, sin duda, precisaba. Necesitaba hablar detenidamente con un profesional que le escuchara y le dedicara tiempo para compartir su visión. Nos pusimos a ello.
A continuación, te contaremos que hoy damos menos antibióticos (casi nunca en cuadros leves) individualizamos la cirugía (no se cuenta el “número de brotes”) y reservamos la colonoscopia según gravedad y cribado previo. Lo esencial es evaluar bien cada episodio, tu contexto y tus preferencias.
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¿Qué son los divertículos?
Nuestro protagonista conocía el asunto sobradamente, pero si no sabes lo que son los divertículos, te lo contamos. Los divertículos del colon se ven en las pruebas de imagen como pequeñas bolsas que se forman en la pared del colon o del intestino grueso. Estas bolsas pueden formarse cuando la presión en el interior del colon aumenta y empuja la capa más interna de la intestinal (mucosa) hacia fuera, a través de la propia capa muscular del órgano. Aparecen en zonas del colon donde la pared es más débil. Imagínate que la pared del colon fuera una manguera con zonas algo más débiles; si sube la presión dentro de la manguera, la goma puede abombarse y formar esas bolsas. La mayoría de las personas que tienen divertículos no experimentan síntomas y no necesitan tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, los divertículos pueden causar problemas.
¿Qué es la diverticulitis? ¿Qué provoca la diverticulitis?
La diverticulitis es la inflamación de los divertículos. No sabemos con total seguridad por qué ocurre, pero hay tres hipótesis principales:
1. Atasco de material fecal
A veces, algunos restos de heces pueden quedarse atrapados dentro de un divertículo. Eso lleva bacterias a zonas donde no deberían estar y la pared del colon reacciona inflamándose.
2. Pequeñísima rotura (microperforación)
Si el orificio del divertículo se obstruye, aumenta la presión dentro y puede producirse una microfisura. Esa mínima rotura irrita los tejidos y activa la inflamación.
3. Cambios en las bacterias del intestino (microbiota)
El equilibrio de nuestras bacterias intestinales puede alterarse porque disminuyan sustancias “buenas” que protegen la mucosa (como los ácidos grasos de cadena corta), aumenten bacterias más agresiva o cambien las proporciones de algunos ácidos biliares. Todo esto puede debilitar la barrera del intestino y el sistema de defensa local, facilitando que aparezca inflamación.
La forma en que se presenta la diverticulitis aguda depende de la gravedad del proceso inflamatorio y las complicaciones que aparezcan. La diverticulitis se maneja comúnmente en el entorno ambulatorio, pero también puede ser precisa la hospitalización. Su frecuencia aumenta con la edad, pero no es rara en adultos jóvenes.
El dolor abdominal es la queja más común en pacientes con diverticulitis aguda. ¿Dónde duele la diverticulitis? El dolor suele estar en el cuadrante inferior izquierdo debido a que es donde se encuentra la zona del colon que suele estar afectada: el sigma. Es una especie de apendicitis, pero en el lado contrario. Sin embargo, puedes tener dolor en el cuadrante inferior derecho o por encima de la zona púbica debido a la presencia de un colon sigmoide inflamado redundante o, mucho menos comúnmente, diverticulitis del lado derecho o en el ciego.
Tampoco es raro que tengas fiebre. Los episodios muy graves son raros y están asociados con perforación y peritonitis. Se puede palpar una masa dolorosa en aproximadamente 1 de cada 5 casos debido a la inflamación alrededor del colon o a la presencia de una colección de pus (absceso) cercana a los divertículos.
La diverticulitis aguda puede estar asociada con un cambio en los hábitos intestinales. Hasta la mitad de los pacientes cuentan estreñimiento y una cuarta parte, diarrea. La presencia de sangre en heces no es algo que debas esperar en una diverticulitis.
En un pequeño porcentaje de casos, aproximadamente en 1 de cada 10, puedes tener síntomas en relación con la orina debido a la irritación de la vejiga por un colon sigmoide inflamado.
Si aparece fiebre alta, taquicardia, empeoramiento del dolor o abdomen muy tenso (abdomen en tabla), urge valoración médica porque podría tratarse de una diverticulitis complicada con un absceso, perforación o peritonitis.
Complicaciones de los divertículos de colon
En la mayoría de los casos, los divertículos del colon no causan complicaciones. Sin embargo, en algunas situaciones, pueden causar problemas graves. Las complicaciones de los divertículos del colon incluyen:
- Diverticulitis: inflamación de los divertículos. La mayoría de las veces son leves y se pueden tratar de forma ambulatoria. Recientemente, la recomendación es evitar el uso de antibióticos para tratarlas, si son leves.
- Abscesos: es la acumulación de pus alrededor de los divertículos cuando se han infectado. Cuando es grande o el paciente no mejora con antibióticos, el drenaje percutáneo guiado por radiología suele ser la mejor opción y evita operar “en caliente”. Si, pese a ello, persisten el dolor, la fiebre o hay datos de peritonitis, se valorará una cirugía urgente. Tras un absceso resuelto, algunos pacientes podrían beneficiarse de cirugía electiva semanas después para prevenir fístulas o estenosis, especialmente si los episodios son muy invalidantes.
- Obstrucción: cuando la inflamación es muy importante puede llegar a impedir el paso de las heces por el colon. Es una complicación rara: aproximadamente 1 de cada 10 obstrucciones del colon se deben a diverticulitis. En este contexto puede ser difícil diferenciar la diverticulitis aguda del cáncer de colon. Por lo tanto, la resección quirúrgica del segmento del intestino afectado puede ser necesaria para aliviar la obstrucción intestinal y descartar un cáncer.
- Fístulas: puede desarrollarse una comunicación entre el colon y la vejiga, la vagina, el útero, otros segmentos del intestino y la pared abdominal. Las fístulas rara vez se cierran espontáneamente y suele ser precisa la resección del segmento del intestino afectado. Suelen ser una complicación a medio – largo plazo, una vez superado el momento agudo de inflamación. Por razones anatómicas, las fístulas a la vejiga (colovesicales) son más frecuente en los hombres.
- Perforación del colon: una rotura en la pared del colon. Genera un dolor muy intenso y lo más habitual es que la cirugía sea necesaria.
- Hemorragia: puede haber sangrado en el tracto intestinal y verías restos de sangre salir a través del ano.
¿Cómo saber si tengo diverticulitis?
La mayoría de las personas que tienen divertículos del colon no experimentan síntomas y pueden descubrirlos de manera incidental durante una colonoscopia o una radiografía abdominal. Si los divertículos están causando diverticulitis, es posible que necesites realizarte alguna de estas pruebas:

- Tomografía computarizada (TC) o escáner: una prueba de imagen que utiliza rayos X para crear imágenes detalladas del colon y permite ver los divertículos y si están inflamados. Es la técnica que hay que realizar si se sospecha una diverticulitis. La TC con contraste intravenoso es la prueba de elección porque define la gravedad, detecta abscesos y diferencia entre diverticulitis no complicada y complicada. En buenos equipos y manos expertas, la ecografía también orienta y evita radiaciones, por lo que es muy útil en mujeres jóvenes o embarazadas. La resonancia abdominal también se emplea en embarazadas para evitar radiaciones, así como cuando es necesario definir con precisión la anatomía de una fístula.
- Colonoscopia: una exploración visual del colon mediante un tubo flexible que se introduce por el ano. Por lo general, no se debe realizar en los momentos de diverticulitis aguda, pero, en algunos casos, pueden recomendártela después. Sobre esto hablaremos más adelante.

¿Cómo se cura la diverticulitis? ¿Antibióticos siempre?
Las últimas recomendaciones de sociedades científicas internacionales ya no recomiendan su uso rutinario cuando la inflamación es leve, no complicada y en pacientes sin problemas en su sistema inmunológico. Ahora el proceso se entiende más como una inflamación que como una infección. De hecho, si tienes una diverticulitis leve y ningún factor de riesgo, los antibióticos no acelerarán tu recuperación ni evitarán que sufras nuevos episodios de inflamación en el futuro.
En personas inmunocompetentes con diverticulitis leve sin fiebre persistente, dolor en aumento ni leucocitosis persistente, el manejo puede ser sintomático con analgesia, hidratación y dieta progresiva.
Se indican antibióticos si hay comorbilidades relevantes como una insuficiencia renal o cardiaca, cirrosis, o una diabetes mal controlada, así como en pacientes de edad muy avanzada, inmunosuprimidos (por trasplantes, quimioterapias o enfermedades infecciosas) o embarazo, o si el dolor y la analítica empeoran.
Diverticulitis en jóvenes e inmunodeprimidos
Cada vez vemos más casos en personas de menos de 50 años. Suelen ser hombres y con obesidad. En algunos, la enfermedad puede ser más agresiva y recidivar más. Si los brotes son frecuentes o complicados, se discute una cirugía electiva antes que en pacientes mayores, valorando la repercusión en la calidad de vida.
En inmunodeprimidos (por quimioterapia, fármacos, trasplantados, etc.): el umbral para usar antibióticos y hospitalizar es más bajo y las complicaciones son más probables. La estrategia es más conservadora y personalizada, con un seguimiento estrecho.
La dieta para las diverticulitis
Una dieta rica en fibra es recomendable para las personas que tienen divertículos del colon, hayan pasado o no por una diverticulitis. La fibra ayuda a ablandar las heces y facilita su paso por el colon. Esto reduce la presión sobre las paredes intestinales y disminuye la probabilidad de que se formen más divertículos.
¿Buscabas algunos consejos sobre dietas para los divertículos del colon? Marchando:
- Aumenta tu consumo de frutas y verduras: estas son fuentes naturales de fibra. Trata de consumir al menos 5 porciones de frutas y verduras al día.
- Elige granos integrales: los granos integrales, como el arroz integral, la avena y el pan integral, son ricos en fibra. En nuestra entrada del blog sobre problemas anorrectales incluimos unos menús que te ayudarán a aumentar la ingesta de fibra en la dieta
- Bebe suficiente agua: beber suficiente agua es importante para mantener las heces blandas y facilitar su paso por el colon.
- Limita el consumo de carnes rojas y grasas: estas pueden causar estreñimiento y aumentar la presión en las paredes intestinales.
Qué no comer con diverticulitis
Vamos al grano. Ya verás por qué.
Para el manejo dietético de la diverticulitis, las recomendaciones varían según la fase de la enfermedad. Durante la fase aguda de la diverticulitis no complicada, la American Gastroenterological Association (AGA) propone realizar una dieta líquida clara para mejorar la comodidad del paciente, con la posibilidad de avanzar la dieta según la tolerancia y la mejoría de los síntomas.
Una vez resuelta la fase aguda, se recomienda una dieta rica en fibra para prevenir que aparezcan nuevos episodios.
Esta recomendación se basa en la evidencia de que una dieta rica en fibra puede reducir el riesgo de recurrencia de la diverticulitis y mejorar los síntomas gastrointestinales. Además, las investigaciones indican que una dieta no restringida es segura durante un episodio inicial de diverticulitis no complicada.
Tradicionalmente, a los pacientes con enfermedad diverticular, fuera de una diverticulitis aguda, se les ha aconsejado evitar consumir semillas, maíz y frutos secos por temor a que fragmentos no digeridos de estos alimentos se alojen dentro del divertículo y precipiten un episodio nuevo de diverticulitis. Sin embargo, esta teoría no está comprobada.
En un gran estudio con casi 50.000 pacientes, el consumo de nueces, maíz y palomitas de maíz no aumentó el riesgo de desarrollar diverticulitis o sus complicaciones asociadas (por ejemplo, sangrado). Por lo tanto, aconsejar a los pacientes con antecedentes de diverticulitis que eviten consumir semillas, maíz y frutos secos no parece tener ninguna base científica.
¿Puedo necesitar operarme de diverticulitis?
Si los divertículos están causando complicaciones graves, es posible que sea necesario realizar una cirugía. Algunas razones por las que se puede recomendar la cirugía incluyen:
- Diverticulitis recurrente: tradicionalmente, si habías tenido varios episodios de diverticulitis, el médico recomendaba la cirugía para prevenir futuros episodios. Sin embargo, las últimas recomendaciones de las sociedades científicas recomiendan evitar la cirugía cuando sea posible. Aunque este tipo de tratamiento puede ser una opción para tratar la diverticulitis recurrente, también hay argumentos en contra de su necesidad en algunos casos.
- Absceso: si un absceso es grande o no responde al tratamiento con antibióticos, es posible que sea necesario drenarlo quirúrgicamente o mediante procedimientos radiológicos.
- Perforación: si hay una rotura en la pared del colon, es necesario realizar una cirugía de emergencia para reparar el daño y evitar que la infección que puede provocar en la cavidad abdominal se complique.
- Hemorragia: si hay una hemorragia grave en el colon, puede ser necesario realizar una cirugía para detener el sangrado. Sin embargo, la mayoría de los episodios de sangrado se resuelven casi espontáneamente. En algunos casos puede ser preciso realizar una colonoscopia para detener el sangrado o una TC especial denominada arteriografía. En esta última se puede intentar localizar con imagen radiológica el lugar del sangrado y taponarlo (lo que llamamos, embolización).
En cuanto a la cirugía en situaciones no complicadas, la recomendación actual es individualizar. Se acabó contar el número de episodios de diverticulitis e indicar cirugía en función de ese único dato.
Se deben tener en cuenta factores como la gravedad de la enfermedad, las preferencias y valores del paciente (si es proclive o no a operarse) así como los riesgos y beneficios. Es preciso entender que los síntomas crónicos que pueden estarse achacando a los divertículos, no sean en realidad debidos a esta enfermedad. Otros problemas como el síndrome de intestino irritable también pueden estar presentes y no se resolverán con la cirugía. De hecho, hasta un 15% de los pacientes pueden presentar nuevos episodios de diverticulitis tras la cirugía y hasta en 1 de cada 4, puede persistir el dolor abdominal.
Si finalmente se precisa una cirugía, lo preferible es realizar una resección con anastomosis primaria cuando la inflamación lo permite, dejando las colostomías de Hartmann para situaciones muy complejas o inestables. Incluso operando, puede persistir cierto dolor crónico en la zona en algunos pacientes, de ahí la importancia de alinear expectativas y confirmar que los síntomas crónicos no obedecen a otro problema (p. ej., colon irritable).
Diverticulitis, cáncer de colon y colonoscopia
A grandes rasgos, tener divertículos (diverticulosis) de colon no aumenta por sí mismo el riesgo de cáncer colorrectal a largo plazo.
Lo que sí ocurre es que un episodio de diverticulitis (cuando un divertículo se inflama) puede solaparse con un cáncer oculto o “enmascararlo” durante un tiempo. Esto hace que, en el período cercano al brote, se detecten más tumores que estaban ya presentes y no se habían diagnosticado.
Por eso, las guías de práctica clínica actuales reflejan esta idea y recomiendan realizar una colonoscopia tras la resolución del episodio.
El riesgo de padecer un cáncer de colon es mayor cuando ha habido una diverticulitis complicada, lo que refleja que, en ocasiones, la complicación se debía más a un cáncer subyacente. De hecho, si te has realizado una colonoscopia en el último año antes de la diverticulitis, es muy improbable que la prueba detecte problemas relevantes.
Otro dato a favor de un aumento de detección de tumores del colon en el periodo de tiempo cercano a una diverticulitis es que el exceso de diagnósticos de cáncer se concentra al inicio, poco después de la diverticulitis, y desaparece con el tiempo. Recientemente, un estudio encontró un riesgo elevado de cáncer sólo en los primeros 6 meses y un “efecto protector” hasta 8 años después, probablemente porque muchos pacientes ya quedaron revisados con la colonoscopia que se hizo durante el episodio de diverticulitis.
Esto refuerza la idea de sesgo de detección más que de riesgo biológico asociado. En realidad, lo que sucede es que algunos tumores se pueden manifestar como una falsa diverticulitis. Y es que también los cánceres pueden microperforarse, provocar fístulas, estenosis o abscesos.
En resumen: los divertículos no “se vuelven” cáncer, pero estamos atentos tras el episodio agudo para no pasar por alto un tumor que ya estaba allí.
En cualquier caso, si te recomiendan hacerte una colonoscopia, lo razonable es que se haga cuando hayan pasado entre 6 y 8 semanas. Más que nada porque el procedimiento será más complicado para el endoscopista si aún hay inflamación, lo que teóricamente aumenta el riesgo de perforación y, además, puedes tener más molestias abdominales que las habituales durante y después de la prueba.
En todo caso, estas recomendaciones sobre la necesidad de una colonoscopia tras una diverticulitis también son motivo de debate. Existen algunos estudios recientes que sugieren que, si tienes una diverticulitis no complicada y el escáner pudo ver bien el colon, se puede omitir la realización de una colonoscopia. Y es que el riesgo de pólipos y cáncer de colon podría no ser muy diferente al de la población general.
En resumen, los divertículos no pueden transformarse en pólipos ni en un cáncer de colon. No se pueden malignizar. Se pueden inflamar, sangrar o infectar, pero no inducir un tumor maligno del colon. Son defectos en la pared del colon. Nada que ver con células que tienen mutaciones en sus genes y dan lugar a los pólipos y al cáncer colorrectal.


¿Qué probiótico es bueno para la diverticulitis?
El uso de probióticos en el tratamiento de la diverticulitis aún es un tema en investigación, y no hay suficiente evidencia científica que respalde su uso rutinario. Según la American Gastroenterological Association (AGA), los estudios realizados hasta ahora no han demostrado de manera clara que los probióticos ayuden a prevenir nuevos episodios de diverticulitis.
Sin embargo, hay investigaciones prometedoras en marcha. Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que la combinación de ciertos probióticos con antibióticos convencionales podría reducir el dolor abdominal y los marcadores de inflamación en pacientes con diverticulitis aguda no complicada. A pesar de estos resultados, los estudios son variados en su calidad y metodología, lo que dificulta sacar conclusiones firmes.
En resumen, aunque algunos estudios sugieren beneficios potenciales de los probióticos, la evidencia actual no es suficiente para recomendar el uso rutinario de probióticos en la diverticulitis. Y, por tanto, aunque los probióticos tienen un potencial teórico debido a sus efectos antiinflamatorios y de modulación de la microbiota, se necesita más investigación para poder establecer recomendaciones definitivas.
Prevenir con medicamentos
Pues tenemos que decir aquí que la dieta que comentamos más arriba es la piedra angular de la prevención.
Lo ideal sería disponer de una pastilla capaz de prevenir nuevos episodios de diverticulitis cuando ya se ha sufrido uno. Lamentablemente, a día de hoy, no existe este fármaco. Se han estudiado antibióticos como la rifaximina, probióticos y aminosalicilatos como la mesalamina pero, por el momento, no hay pruebas suficientes que demuestren su utilidad.
En resumen, los divertículos del colon son pequeñas bolsas que se forman en la pared del colon o del intestino grueso. En la mayoría de los casos, no causan síntomas y no necesitan tratamiento. Sin embargo, si los divertículos te están causando problemas, te recomendarán una dieta rica en fibra y, en casos que cursan con complicaciones, una cirugía. Es importante prevenir las complicaciones de los divertículos del colon siguiendo una dieta saludable y manteniendo un estilo de vida activo. Por otra parte, operarse después de un número determinado de diverticulitis tiene, cada vez, menos sentido. Y ya sabes, no hay un ciclo demostrado: diverticulitis, cáncer.
Nuestro protagonista del inicio de esta historia, por cierto, prefirió no operarse. Por el momento. Pero no podemos descartar que vuelva un día de estos y nos diga: me operaron de diverticulitis.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué es la diverticulitis y cuáles son sus síntomas?
La diverticulitis es la inflamación de uno o varios divertículos: dolor abdominal abajo y a la izquierda, fiebre, náuseas y cambios en el ritmo intestinal. Si el dolor es intenso o hay fiebre alta, acude a Urgencias.
¿Dónde duele la diverticulitis?
Típicamente en el cuadrante inferior izquierdo; a veces en el centro o derecha si el sigma es redundante o hay divertículos en el colon derecho.
¿Qué comer con diverticulitis?
En el brote leve, líquidos claros o semisólidos y progresión según tolerancia; fuera del brote, más fibra (fruta, verdura, legumbre, cereales integrales) y buena hidratación.
¿Qué no se puede comer con diverticulitis?
No hay una lista universal. En prevención, prioriza el consumo de vegetales y limita las carnes procesadas y el alcohol. Las semillas, el maíz y los frutos secos no aumentan el riesgo de brotes.
¿Siempre hay que tomar antibióticos?
No. En cuadros leves y no complicados, si estás sano por lo demás, puede bastar con analgésicos (preferiblemente, paracetamol) e hidratación. Se indican antibióticos si hay comorbilidades, inmunosupresión, embarazo o empeoramiento clínico.
¿Cómo se detecta la diverticulitis?
La TC con contraste es la prueba de referencia. La ecografía es útil en manos expertas y la RM es una alternativa cuando hay que evitar radiación.
¿Diverticulitis y cáncer están relacionados?
No hay “transformación” del divertículo a cáncer. Tras un brote complicado puede destaparse un tumor que ya estaba, por eso a veces se recomienda colonoscopia 6–8 semanas después.
¿Cuál es el tratamiento para la diverticulitis complicada?
Ingreso, antibióticos intravenosos, drenaje percutáneo si hay absceso y cirugía si hay peritonitis, obstrucción o fracaso del tratamiento conservador.
¿Se puede prevenir con medicamentos (rifaximina, mesalazina, probióticos)?
No de forma rutinaria. La base de la prevención es un estilo de vida saludable. Consume fibra, haz ejercicio y mantén un peso saludable.
Resumen sobre la diverticulitis para el lector impaciente
- Diverticulosis: “bolsas” que se forman en la pared del colon. Diverticulitis: inflamación de los divertículos.
- Antibióticos: solo de forma selectiva en cuadros leves, esto es, si hay comorbilidades, inmunodepresión, embarazo o empeoran síntomas. Siempre en los cuadros graves que requieren ingreso hospitalario.
- Imagen: Escáner con contraste para confirmar el diagnóstico y valorar la gravedad. La ecografía es útil en manos expertas. Nunca se realizar una colonoscopia en fase aguda por el riesgo de perforación.
- Cirugía: Cada vez de forma más individualizada. Se tiende a realizar anastomosis primaria cuando es seguro.
- Prevención: fibra + ejercicio. Sin prohibir semillas, frutos secos y granos por sistema.
- Cuando acudir a Urgencias: si aparece dolor intenso, fiebre alta, abdomen rígido, vómitos persistentes o mal estado general.
REFERENCIAS:
Peery AF, Shaukat A, Strate LL, AGA Clinical Practice Update on Medical Management of Colonic Diverticulitis: Expert Review, Gastroenterology 2021.Strate LL, Morris AM. Epidemiology, Pathophysiology, and Treatment of Diverticulitis. Gastroenterology. 2019.