Cáncer de páncreas
Apuntando a nuevas dianas.
- Dr. José Carlos Marín
- Enero 2023
- Páncreas y vía biliar
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El temido cáncer de páncreas.
El cáncer de páncreas ocupa el cuarto lugar como causa de muerte por cáncer en España después del cáncer de pulmón, colon y próstata. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), este tumor es responsable del 7,5% de todas las muertes por cáncer en España, siendo uno de los cánceres con peor pronóstico debido a su alta mortalidad y baja supervivencia.
Por desgracia es, además, uno de los más difíciles de tratar de forma efectiva, ya que las células madre del cáncer de páncreas desarrollan rápidamente resistencia a los tratamientos como la quimioterapia y las inmunoterapias. Como resultado, solo 10 de cada 100 personas afectadas por este cáncer, seguirán con vida a los 5 años de ser diagnosticadas.
En un nuevo artículo publicado este mismo mes de enero en Nature Communications, un equipo internacional de científicos revela otra forma en que las células del cáncer de páncreas más resistentes eluden el tratamiento. Para ello, estas células cancerosas se aprovechan de parte de una especie de “equipo de proteínas” que normalmente suprimen los tumores. Sin embargo, en este caso, un componente de este conjunto ayuda a las células malignas a evitar la terapia y crecer más rápido. Juega en el equipo contrario.
El papel de las células madre.
La investigación ha mostrado que la resistencia al tratamiento del cáncer de páncreas se debe a respuestas diferentes frente a los tratamientos convencionales, dada la diversidad de las células tumorales. En especial, las características de un tipo especial de células, llamadas células madre, fomentan la resistencia a la terapia. Los autores investigaron cómo los cambios epigenéticos en ellas (la multitud de proteínas que hay en proximidad a los genes dicen al genoma qué hacer), en lugar de los cambios genéticos (específicos de los genes), podrían estar impulsando la resistencia.
Esas células madre del cáncer de páncreas, son células cancerosas agresivas que pueden resistir las terapias convencionales y conducir a la recaída del tumor. Característicamente, utilizan la regulación epigenética para protegerse a sí mismas y promover su supervivencia y crecimiento.
Los cambios en los genes que no están en los genes.
Los investigadores se centraron en la subunidad SMARCD3, un miembro de la familia de proteínas SWI/SNF que regulan la cromatina (una mezcla de ADN y proteínas que forman los cromosomas) y son necesarias para el desarrollo de las células madre.
Sin embargo, mientras que los subunidades SWI-SNF a menudo actúan como supresores de tumores, los investigadores encontraron que SMARCD3 se amplificaba en el cáncer. Esta proteína es especialmente abundante en las células madre del cáncer de páncreas.
De ratones y hombres.
Cuando los investigadores eliminaron SMARCD3 en modelos de ratón de cáncer de páncreas, la pérdida de la proteína redujo el crecimiento de los tumores y mejoró la supervivencia, especialmente cuando los animales recibían quimioterapia.
Parece que esta proteína SMARCD3 ayuda a controlar el metabolismo de lípidos y ácidos grasos. Ambos están asociados con la resistencia a la terapia y a un pronóstico pobre en el cáncer. Los datos sugieren, por tanto, que las células del cáncer de páncreas resistentes a la terapia dependen de SMARCD3 para asegurar un medioambiente metabólico en el que puedan evitar los tratamientos antineoplásicos y crecer de manera agresiva.
¿Llegará SMARCD3 a ser una nueva diana a la que apuntarán futuros fármacos para lograr mejores terapias? Por ahora, un asunto prometedor aunque también preliminar. Veremos…