La endoscopia digestiva es una herramienta fundamental en el estudio de los trastornos gastrointestinales. En ICAdig, te ofrecemos servicios de endoscopia digestiva avanzada para brindarte diagnósticos precisos y tratamientos efectivos.
La endoscopia digestiva es la técnica más precisa para la evaluación de la mucosa del tubo digestivo. Los avances tecnológicos de los últimos años han permitido el desarrollo de sistemas ópticos de alta precisión que hacen posible la visualización de los vasos sanguíneos y los sistemas glandulares en los que ocurren la digestión y absorción de los nutrientes.
La endoscopia es el procedimiento médico que permite visualizar el interior del tracto digestivo.
Se realiza mediante instrumentos flexibles que incorporan sistemas ópticos y electrónicos de alta tecnología, que hacen posible no solo la visualización de la capa mucosa, sino también, realizar biopsias y llevar a cabo procedimientos terapéuticos mínimamente invasivos.
La endoscopia digestiva avanzada tiene diversas aplicaciones, desde la detección de anomalías hasta la realización de biopsias para evaluar la salud del tejido. También se utiliza para procedimientos terapéuticos, como la extirpación de pólipos y la dilatación de estenosis.
Diagnóstico de Enfermedades Digestivas: muchos de los problemas digestivos ocurren por alteraciones de la capa mucosa, la superficie interna del esófago, el estómago y los intestinos. La endoscopia es la única técnica que permite el acceso directo a esta estructura. Por este motivo, es el procedimiento que permite diagnosticar con mayor precisión condiciones médicas como úlceras, inflamación, pólipos, tumores, infecciones, reflujo gastroesofágico, y enfermedades inflamatorias del tracto digestivo (como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa).
Durante una endoscopia digestiva, se introduce el endoscopio a través de la boca o el ano, según la región que se deba examinar. Estos procedimientos se realizan en todos los casos mediante sedación anestésica, por lo que no sentirá ninguna molestia.
Es fundamental seguir las instrucciones de tu médico antes y después del procedimiento.
La duración de una endoscopia con sedación puede variar, pero típicamente dura entre 20 y 60 minutos, dependiendo de los objetivos concretos y el plan de trabajo de cada procedimiento. Las endoscopias diagnósticas, especialmente si no es necesaria la realización de técnicas auxiliares especiales, es menor que en los procedimientos terapéuticos. El nivel de complejidad y dificultad técnica de estos últimos incluye procedimientos que pueden durar minutos a procedimientos de varias horas, como los destinados al tratamiento del cáncer digestivo.
La duración de la sedación se ajusta para que el paciente esté cómodo durante todo el tiempo necesario, pero garantizando al mismo tiempo el despertar en el menor tiempo posible tras la finalización del procedimiento.
La recuperación de la sedación puede variar de una persona a otra, pero generalmente, muchos pacientes pueden sentirse alerta y capaces de abandonar el entorno médico en unos 15 o 20 minutos tras el procedimiento. Es importante seguir las instrucciones del equipo médico con respecto a las precauciones postoperatorias y la restricción de actividades, especialmente la conducción o la realización de actividades de riesgo que requieren un elevado nivel de atención.
Es esencial consultar cualquier duda sobre la sedación y la duración del procedimiento con el equipo médico antes de la endoscopia. Cada paciente es único, y los profesionales médicos ajustarán la sedación según las necesidades individuales y las características del procedimiento.
En la actualidad se dispone de una amplia variedad de endoscopios, de diferentes longitudes, calibres y configuraciones, que permiten acceder a la totalidad del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, y más recientemente, también al interior de las vías biliares extrahepáticas y el conducto pancreático principal. Algunas de las condiciones más frecuentes que es posible identificar mediante la endoscopia digestiva son:
Inflamación esofágica o “esofagitis”: causadas por reflujo gastroesofágico, infecciones por bacterias, hongos, virus o medicamentos. Con menor frecuencia, algunas condiciones alérgicas o autoinmunes también pueden producir esofagitis.
Esófago de Barrett: la exposición crónica de la mucosa esofágica al ácido gástrico, produce en algunas personas cambios crónicos que predisponen al cáncer de la unión gastroesofágica. Su diagnóstico precoz y vigilancia periódica constituyen las principales medidas de prevención del cáncer en esta localización.
Hernia de hiato: caracterizadas por el desplazamiento de la unión gastroesofágica de su posición anatómica normal en el abdomen.
Inflamaciones de la mucosa gástrica o “gastritis”: producidas por la infección crónica por la bacteria Helicobacter pylori, pueden afectar una parte o la totalidad del estómago y alterar las barreras protectoras de la mucosa. Otras infecciones bacterianas o víricas pueden alterarla tanto de forma aguda como crónica, especialmente en personas con inmunodeficiencias. Algunas alteraciones de tipo autoinmune pueden asociarse a tipos específicos de gastritis.
Úlceras esofágicas, gástricas o Duodenales: Las úlceras implican la pérdida de la integridad de la barrera mucosa. Sus causas son múltiples pero algunos medicamentos y la infección crónica de la mucosa gástrica por H. pylori son las causas más frecuentes.
Pólipos: Se denomina así a las protrusiones de la mucosa. Pueden tener diversas morfologías y ser secundarios a enfermedades inflamatorias y neoplásicas, benignas o malignas. La endoscopia no solo permite su detección, sino también su tratamiento.
Estenosis o Estrechamientos: La cicatrización asociada a la inflamación crónica de cualquier tipo, incluyendo el reflujo gastroesofágico y las úlceras intestinales, pueden producir zonas de estenosis, especialmente en áreas de menor calibre especialmente en el esófago, el duodeno o la parte izquierda del colon. Su dilatación endoscópica es el tratamiento de primera línea en la mayor parte de los casos.
Sangrado Interno: La endoscopia digestiva es la prueba de primera elección en el diagnóstico y tratamiento de cualquier signo de hemorragia interna.
Colitis y proctitis: la inflamación crónica del colon y recto es la característica fundamental de la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Existe una amplia variedad de condiciones infecciosas, medicamentosas y autoinmunes que pueden producir tanto inflamación aguda como crónica. La toma de biopsias durante las endoscopias permite aclarar el mecanismo de la enfermedad y dirigir el tratamiento.
Cáncer y lesiones pre-malignas: el desarrollo de los modernos sistemas ópticos de alta definición y de software de contraste vascular y mucoso, convierten a la endoscopia en la principal herramienta diagnóstica del cáncer y de las lesiones que lo preceden. Por este motivo, es posible en la actualidad no solo su detección precoz, sino también su prevención mediante el tratamiento de los cambios mucosos precancerosos.
Después de una sedación durante una endoscopia, algunas personas pueden experimentar ciertas molestias o efectos secundarios. Es importante tener en cuenta que la respuesta a la sedación puede variar de una persona a otra. Algunas de las molestias comunes después de una sedación pueden incluir:
Es crucial seguir las instrucciones del equipo médico después del procedimiento, incluyendo las pautas sobre la alimentación, la hidratación y la actividad física. Si las molestias persisten o se vuelven preocupantes, es importante comunicarse con el médico que realizó el procedimiento para obtener orientación adicional.
La duración de una endoscopia Digestiva, puede variar según varios factores, como el tipo de procedimiento, la complejidad del caso, la necesidad de realizar procedimientos terapéuticos adicionales y la respuesta individual del paciente. En general, la mayoría de las endoscopias del tracto digestivo superior, que incluyen el esófago, el estómago y el duodeno, suelen tomar alrededor de 15 minutos a 30 minutos.
Aquí hay algunos puntos clave relacionados con el tiempo necesario para realizar una endoscopia:
Tipo de Endoscopia: La duración del procedimiento puede variar según si se trata de una endoscopia diagnóstica estándar o si se están realizando procedimientos terapéuticos adicionales, como la extirpación de pólipos o la dilatación de áreas estrechas.
Mientras que la duración típica de una endoscopia del tracto digestivo superior es de 15 a 30 minutos, esta cifra puede variar. Los pacientes deben discutir con su médico los detalles específicos de su procedimiento y cualquier pregunta que tengan sobre la duración esperada.
La salud digestiva es un aspecto crucial de nuestro bienestar general. Confíe en los especialistas del aparato digestivo de ICAdig para recibir atención de calidad. Nuestro equipo de expertos no solo cuenta con la experiencia necesaria, sino que también se compromete a proporcionar un enfoque personalizado y comprensivo para cada paciente.
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