Cáncer de colon en jóvenes

Un enemigo silencioso al alza

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La magnitud del problema

Todos conocemos los casos más mediáticos y recientes de celebridades que nos han dejado a edades jóvenes por un cáncer de colon. Desde cantantes compatriotas hasta actores de Hollywood.

El cáncer colorrectal diagnosticado antes de los 50 años se conoce como cáncer de colon de inicio temprano o cáncer de colon en jóvenes. Numerosos estudios han detectado que su tendencia ha cambiado en las últimas décadas. Desde la década de los 90 ha habido un aumento en el número de casos nuevos, lo que llamamos incidencia, en todo el mundo. Aunque aún no es un problema grave para la salud pública se prevé que su incremento sostenido acabe por amenazar significativamente los sistemas de salud en las próximas décadas.

Un nuevo informe de la Sociedad Americana del Cáncer indica que la incidencia de cáncer colorrectal está aumentando rápidamente en las personas jóvenes. Los diagnósticos en personas menores de 55 años han aumentado drásticamente. En este grupo de edad, hace 25 años se daba 1 cáncer por cada 10 personas diagnosticadas. Actualmente se diagnostican 2 casos de cada 10. Se han duplicado.

Por otra parte, el informe señala que, aunque se ha producido una disminución de nuevos casos en personas de más de 50 años durante la década de 2000, esta tendencia positiva se ha desacelerado. En España, el cáncer de colon y recto es el tercer cáncer más diagnosticado, después de mama y próstata, y la segunda causa principal de muerte por cáncer, después del pulmón. Se cree que su aparición podría seguir aumentando.

Una gran proporción de la incidencia y mortalidad por cáncer colorrectal es prevenible a través de las pruebas de cribado recomendadas, la vigilancia de los pólipos ya detectados y un tratamiento adecuado. Además, la mitad de todos los casos y muertes se asocian con factores de riesgo modificables como fumar, una dieta poco saludable, el consumo excesivo de alcohol, la inactividad física y el exceso de peso. Estos hábitos predisponentes puedes cambiarlos.

Sin embargo, aún no está claro por qué las tasas están aumentando entre adultos más jóvenes y por qué hay una tendencia hacia el diagnóstico inicial de la enfermedad en etapas más avanzadas en estos casos de aparición temprana.

Las claves de la tendencia

Los datos más recientes publicados por el Instituto Nacional del Cáncer y la Asociación de Registros de Cáncer en Estados Unidos muestran que el número de casos ha aumentado en un 2% por año en personas más jóvenes (menores de 55 años) mientras que, en la última década, han disminuido en personas mayores de 65 años.

Aunque la mayoría de los diagnósticos siguen ocurriendo en personas mayores de 65 años, casi 20.000 casos, un 13%, se dan en personas menores de 50 años y 1 de cada 3 en individuos de 50 a 64 años.

En el informe también se destaca:

  • La aparición de nuevos casos fue un 33% mayor entre los hombres que entre las mujeres en el período 2015 – 2019. Esto puede reflejar diferencias en los factores de riesgo, como el exceso de peso, el consumo de carne procesada y el consumo de tabaco.

  • Los pacientes que presentan enfermedad en una etapa avanzada, con afectación ganglionar o metástasis en el momento del diagnóstico, han aumentado en todas las edades. En los últimos 15 años, los tumores con peor pronóstico aumentaron del 52% al 60%.

  • Las muertes por cáncer de colon han aumentado: Un 1% al año desde 2005 entre los menores de 50 años y algo menos, un 0,6% al año, en personas entre los 50 y 55 años.

  • También hubo un cambio hacia la detección de más tumores en el lado izquierdo del colon, donde ya clásicamente son más frecuentes. Esto ha sucedido a pesar de que se asume una eficacia de las pruebas de detección algo mayor para prevenir las lesiones que se encuentran en esa zona del colon.

  • La proporción de cánceres que aparecen en el recto ha aumentado constantemente. Era del 27% en 1995 y se ha incrementado hasta el 31% en 2019.

Los síntomas que deben ponerte en guardia

Conocida ya la relevancia del problema, es importante detectarlo cuanto antes. Los síntomas más comunes son el sangrado por el recto, la anemia por deficiencia de hierro y la pérdida de peso. Cuando hay sangrado y déficit de hierro, el riesgo de tener un cáncer es mayor en los hombres, comparado con las mujeres. También está aumentado cuando hablamos de personas en la década de los 40 años comparado con las de menos de 30 años. La presencia de pérdida de peso no deseada, de al menos 5 kg en un período de 5 años, también está más asociado con el diagnóstico temprano de cáncer de recto.

También pueden aparecer dolor abdominal, distensión abdominal, cambios en los hábitos intestinales y fatiga. Sin embargo, como te puedes imaginar, tanto las alteraciones del ritmo intestinal como el dolor abdominal son muy frecuentes. Piensa, por ejemplo, en la cantidad de personas que padecen estos síntomas y tienen síndrome de intestino irritable, únicamente. Por ese motivo, la colonoscopia no se recomienda para todos los adultos jóvenes con dolor abdominal y alteraciones en el ritmo intestinal sin otros síntomas alarmantes o factores de riesgo de cáncer colorrectal. La decisión de realizar pruebas de diagnóstico adicionales en una persona que presenta dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales o ambos, debe individualizarse.

Cómo se diagnostica un cáncer en los jóvenes

Para evaluar a una persona con datos de alarma como el sangrado rectal, la anemia por deficiencia de hierro de causa poco clara o una pérdida de peso inexplicable, se recomienda realizar una colonoscopia completa de alta calidad. El uso de otras pruebas de diagnóstico, como los test inmunológicos de sangre oculta en heces en estos casos sigue siendo un asunto controvertido y se tiende a no recomendarlos cuando hay datos de alarma. Aunque estas pruebas funcionan bien en pacientes jóvenes, menores de 50 años, una prueba positiva aún requeriría una colonoscopia. Esto podría retrasar el diagnóstico y aumentar el riesgo de enfermedad avanzada. En estos casos, por tanto, se recomienda generalmente una colonoscopia diagnóstica. Las pruebas de sangre oculta pueden ser una opción para pacientes con síntomas de bajo riesgo.

¿Se retrasa el diagnóstico?

Una gran mayoría de pacientes con cáncer de colon de aparición temprana no tienen antecedentes familiares. Parecen, por tanto, esporádicos.

Sin embargo, alrededor de un tercio de estas personas con cáncer a edad joven tienen antecedentes familiares. Por eso, cuando hay antecedentes familiares importantes se recomienda una vigilancia más intensiva y comenzar las pruebas de detección a una edad más temprana. Y es que, tener al menos 2 familiares de primer grado (padres, hermanos o hijos) con cáncer colorrectal y/o al menos 1 familiar de primer grado diagnosticado antes de los 50-60 años, aumenta significativamente el riesgo de padecer esta enfermedad. En estas situaciones, se recomienda realizar una colonoscopia a los 40 años o 10 años antes de la edad de diagnóstico del familiar más joven afectado, lo que suceda antes. Estas recomendaciones pueden variar en función de las diferentes sociedades científicas de cada país. Seguir estas recomendaciones, en los pacientes con antecedentes familiares es tan importante que, si se siguieran correctamente, se podría reducir la aparición de cáncer de colon hasta en un 16%.

Por otro lado, sabemos que aproximadamente un 15% de estos cánceres que aparecen en menores de 50 años tienen un origen hereditario. Algunas herramientas de evaluación de riesgo para presentar un CCR hereditario. pueden ayudar a identificar a los pacientes que podrían beneficiarse de pruebas genéticas concretas. En todo caso, en el grupo de pacientes con cáncer de colon de aparición temprana, se recomienda la realización de pruebas genéticas para descartar un síndrome hereditario de cáncer de colon.

Llevar a cabo estos estudios antes de realizar la cirugía, que será el tratamiento de estos pacientes, sería lo ideal.

La influencia de tus hábitos

La mayoría de los pacientes con cáncer diagnosticado a edades jóvenes no tienen factores de riesgo evidentes cuando les preguntas. Solo una minoría presentan una condición predisponente como un síndrome hereditario (13% de los casos), enfermedades inflamatorias intestinales de larga duración (<1% de los casos) o antecedentes familiares (1 de cada 3). Sin embargo, la mayoría de las personas afectadas no se considerarían de entrada, diferentes a las de la población general de más de 50 años, la que es de riesgo medio para cáncer de colon.

Algunos estudios han propuesto otros factores de riesgo en los casos de aparición más joven, incluyendo el sexo masculino, la presencia de grasas en sangre en niveles altos, la obesidad – ésta especialmente durante la adolescencia -, el síndrome metabólico, el consumo de alcohol, la diabetes tipo 2 y un consumo alto de azúcares. También son importantes el consumo de tabaco, la hipertensión, el tipo de dieta que se realiza o una vida sedentaria.

Sobre el tratamiento y la fertilidad

Salvo que se demuestre algún síndrome hereditario particular, como una poliposis adenomatosa familiar, o un trastorno inflamatorio crónico, como una colitis ulcerosa, extirpar con cirugía la zona donde está el cáncer es el tratamiento de elección. Que aparezca en edades más jóvenes no implica tener que sufrir extirpaciones más amplias del colon. Los tratamientos quimioterápicos oncológicos, por lo general, tampoco son muy diferentes de los recomendados en los casos de pacientes más mayores. Sí puede suceder que, con la intención de mejorar la supervivencia en los jóvenes todo lo posible, los tratamientos de quimioterapia sean más estrictos.

A estas edades y para ambos sexos, adicionalmente, hay que tener en cuenta el riesgo de infertilidad asociado a los tratamientos que se pueden necesitar. Un adecuado asesoramiento sobre la preservación de la fertilidad es crítico en estos pacientes con cáncer de aparición temprana.

En tu caso

Por fortuna, los cánceres de colon y recto son raros en personas de menos de 50 años. Sin embargo, no dejes pasar los datos de alarma. El sangrado rectal, la anemia con pérdida de hierro y la pérdida de peso no deseada, tienen que hacerte sospechar.

Interpretar bien tus síntomas es imprescindible y puedes necesitar una evaluación médica experta en la que te sientas escuchado. Sin prisas durante la consulta y prestándote toda la atención. Prevenir es clave y nuestros especialistas conocen muy bien cómo hacerlo.

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