Intestino Irritable tras superar la COVID-19

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La aparición de síntomas del síndrome de intestino irritable (SII) tras superar una gastroenteritis infecciosa es una situación que se da con cierta frecuencia. Por lo general, ocurre después de algunas infecciones de origen bacteriano. Si usted ha superado una salmonelosis y, desde entonces, su ritmo intestinal se ha modificado, sin duda conoce el problema. El desarrollo de un SII es más raro tras infecciones víricas, pero también se han registrado casos asociados a infecciones por estos microorganismos. El rotavirus, que produce brotes de gastroenteritis en niños, también es un ejemplo muy conocido. La cuestión ahora es: ¿puede también la COVID-19 inducir la aparición de un intestino irritable?

Cómo una gastroenteritis aguda puede inducir un intestino irritable.

Llegado a este punto, usted se preguntará cómo una infección aguda intestinal prácticamente irrelevante y de escasos días de duración, puede dar lugar a problemas digestivos a largo plazo.

Hay diversos mecanismos que pueden incidir en el desarrollo de trastornos funcionales digestivos tras superar una gastroenteritis infecciosa. Entre ellos se encuentran:

  • alteraciones motoras del intestino, que alteran su movilidad normal.
  • un aumento de la sensibilidad de las vísceras.
  • cambios en la composición de la microbiota intestinal (conocida popularmente como “flora bacteriana”).
  • aumento de la permeabilidad intestinal, es decir, cierta pérdida en la función de barrera de la capa más superficial de la luz del intestino y que protege del paso de microorganismos u otras sustancias a capas más profundas, pudiendo producir allí cambios inflamatorios.
  • alteraciones en la absorción de los ácidos biliares y,
  • modificaciones en el sistema neuroendocrino intestinal que transmite señales hormonales importantes tanto dentro como fuera del aparato digestivo, para su correcto funcionamiento.

Por supuesto, esto no sucede en todos los pacientes que sufren infecciones del intestino, lo que implica que hay otros factores de predisposición individual que incluyen componentes genéticos o psicológicos previos (ansiedad o depresión) que pueden influir en su aparición.

SARS-CoV-2 y el aparato digestivo

Si usted ha superado la COVID-19, o tiene a alguien cercano que haya pasado la infección, es probable que tuviera síntomas digestivos asociados.

Esto es debido a que la proteína de superficie de la corona del virus, empleada en las vacunas de ARNm, requiere como vía de entrada a nuestras células su unión con un receptor denominado ACE2. Esta puerta de entrada del virus, sin embargo, no solo se encuentra en las vías respiratorias. También existen estos receptores en el tracto gastrointestinal, incluso en la lengua. Esto explica que, en las infecciones agudas por este coronavirus, aparezcan síntomas digestivos como vómitos, náuseas y diarrea.

Pero el coronavirus no solo puede infectar a las células del tracto digestivo, sino que provoca inflamación. Así, algunos marcadores inflamatorios aumentan y son detectables en muestras fecales.  Además, bacterias beneficiosas que forman parte de la microbiota, reducen su presencia en el intestino en favor de otras patógenas, alterando su delicado equilibrio y promoviendo el desarrollo de fenómenos inflamatorios.

Frecuencia de problemas digestivos tras COVID-19

La probabilidad de desarrollar un SII se cifra en torno al 8% – 25% cuando ha pasado más de 1 año de una gastroenteritis aguda provocada por alguno de los patógenos habituales.

En el caso de la COVID-19, un estudio muy reciente ha observado que en pacientes que superaron una enfermedad leve o moderada, la aparición de síntomas digestivos ocurrió en el 11,5% de los casos en los 2 meses siguientes a la infección.

Solo en la Comunidad de Madrid, y teniendo en cuenta la prevalencia conocida de anticuerpos frente al SARS-CoV-2 a finales de 2020, previo al pico de enero de 2021, esto supone la aparición de casi 100.000 casos de trastornos digestivos secundarios a la COVID-19 en nuestro medio. El equivalente a la población entera de ciudades como Lugo o Santiago de Compostela.

Problemas intestinales post-coronavirus: ¿Tienen solución?

Identificar los síntomas que predominan en su caso, conocer los tratamientos que ha recibido con anterioridad, así como sus preferencias, son piezas claves para aproximarse al problema digestivo que le preocupa con ciertas probabilidades de éxito.

Por el momento, no se han comercializado tratamientos específicos frente a los síntomas digestivos de la infección por el nuevo coronavirus. Por ello, en la actualidad se recomienda que su tratamiento se base en las mismas terapias que han demostrado su utilidad en el intestino irritable por otras causas.

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