El cáncer de hígado es un tipo de cáncer que comienza en las células del hígado. El hígado es un órgano de tamaño considerable situado en la parte superior derecha del abdomen, que cumple funciones vitales como la eliminación de sustancias tóxicas, el almacenamiento de energía y la producción de sustancias que participan en la coagulación de la sangrey en otros muchos procesos esenciales del organismo.
El carcinoma hepatocelular (CHC) es el tipo más común de cáncer de hígado primario, originándose en los hepatocitos. En la mayor parte de casos aparece en pacientes con inflamación crónica del hígado producida por distintas condiciones, como son:Se asocia con condiciones crónicas como:
Existen asimismo factores que aumentan notablemente el riesgo de padecer CHC, aunque no está completamente demostrado que de por sí puedan causarlo, como son el tabaco, el sobrepeso o la diabetes mellitus (el exceso de azúcar en sangre).
Se sabe que la enfermedad de Crohn tiene un importante componente genético, lo que significa que existe cierta predisposición hereditaria. Si tienes un familiar cercano, como padres o hermanos, diagnosticados de esta enfermedad, es posible que tengas un mayor riesgo de desarrollarla.
Sin embargo, los estudios científicos demuestran que existen otros factores, ambientales y relacionados con los hábitos de vida, que también desempeñan un papel importante en su desarrollo. Aunque la predisposición genética puede aumentar el riesgo, es muy probable que la mayoría de las personas con esta predisposición nunca desarrollen la enfermedad.
El cáncer de hígado puede permanecer asintomático durante sus etapas iniciales. Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, pueden surgir varios síntomas, que aunque no son exclusivos de esta afección, en conjunto pueden sugerir la necesidad de una evaluación médica para un diagnóstico adecuado.
Algunos de estos síntomas son:
Desconfort o dolor persistente en el abdomen: Puede sentirse en el cuadrante superior derecho del abdomen o cerca de la zona de la caja torácica derecha. En el cancer de hígado no es habitual excepto cuando la enfermedad se encuentra muy avanzada.
Hinchazón o sensación de plenitud abdominal: En el cancer de hígado suele ser debida a ascitis, que es la acumulación de líquido en la cavidad abdominalque ocurre cuando existe fibrosis o cirrosis hepatica.
Pérdida de peso no intencionada: Es común en muchas formas de cáncer y puede ser un signo de que el cuerpo no está metabolizando adecuadamente los nutrientes, ya que estos están siendo utilizados por el tumor para su propio crecimiento.
Apetito reducido o sensación de saciedad temprana: Los pacientes pueden notar que se llenan rápidamente incluso con pequeñas cantidades de comida.
Debilidad o fatiga crónica: Una sensación de cansancio que no mejora con el descanso puede ser un indicativo de que el cuerpo está luchando contra una enfermedad grave.
Coloración amarillenta de la piel y los ojos: Conocida como ictericia, puede ser un signo de que el hígado no está funcionando correctamente y no está procesando la bilirrubina eficazmente.
Cambio en el color de la orina y las heces: La orina puede tornarse oscura y las heces pueden ser pálidas o arcillosas, también debido al mal procesamiento de la bilirrubina.
Sangrados excesivos: Pueden manifestarse como moretones fácileso sangrados inusuales a cualquier otro nivel. Ocurren debido a que el hígado no produce suficientes factores de coagulación.
Mayor susceptibilidad a padecer infecciones: Debido a un peor funcionamiento del Sistema inmunológico
Estos síntomas no son específicos del cáncer de hígado y pueden ser causados por una variedad de condiciones hepáticas y otras enfermedades. Por tanto, es crucial no llegar a conclusiones precipitadas y buscar el consejo de un profesional de la salud que pueda realizar las pruebas diagnósticas apropiadas. La detección temprana del cáncer de hígado es fundamental para un tratamiento efectivo y la mejora de los resultados a largo plazo.
El tratamiento del cáncer de hígado depende de varios factores, como el estadio de la enfermedad, la función hepática del paciente, la presencia de cirrosis, el tamaño y la localización del tumor, y la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir una o más de las siguientes:
Los quistes hepáticos son bolsas llenas de líquido que se forman en el hígado. La mayoría de los quistes hepáticos son benignos y no causan síntomas ni requieren tratamiento. Sin embargo, en algunos casos pueden crecer lo suficiente como para causar dolor o molestias en el abdomen , y rara vez pueden llevar a complicaciones más graves.
Existen diferentes tipos de quistes hepáticos, incluyendo:
Quistes hepáticos simples: Son los más comunes y generalmente no tienen importancia clínica. A menudo se detectan incidentalmente durante pruebas de imagen realizadas por otros motivos.
Quistes de colédoco: Son formaciones congénitas que se presentan en el conducto biliar común y pueden causar obstrucciones y complicaciones si no se tratan.
Hidatidosis o quiste hidatídico: Causado por una infección parasitaria (Echinococcus granulosus). Este tipo de quiste puede crecer y causar problemas graves si se rompe o se infecta.
Enfermedad poliquística del hígado: Parte de una enfermedad hereditaria que puede afectar también a los riñones, y se caracteriza por la presencia de múltiples quistes.
Cistoadenomas: Son quistes que pueden volverse cancerosos con el tiempo. Aunque son raros, se tratan con cirugía para prevenir la posible malignización.
Los síntomas de los quistes hepáticos, cuando ocurren, pueden incluir:
La salud digestiva es un aspecto crucial de nuestro bienestar general. Confíe en los especialistas del aparato digestivo de ICAdig para recibir atención de calidad. Nuestro equipo de expertos no solo cuenta con la experiencia necesaria, sino que también se compromete a proporcionar un enfoque personalizado y comprensivo para cada paciente.
Le atenderemos encantados, siempre de la mano de nuestros especialistas en el aparato digestivo. En ICAdig, usted puede tener una consulta online o de forma presencial.