Apendicitis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos actuales

Apendicitis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos actuales

Suscríbete a nuestra newsletter

Suscríbete a nuestra newsletter

La apendicitis es una inflamación súbita del apéndice que constituye una de las urgencias quirúrgicas más frecuentes en todo el mundo. Aunque en la mayoría de los casos se trata con éxito, un diagnóstico tardío puede provocar complicaciones graves como la peritonitis.

En este artículo explicamos qué es la apendicitis, cómo se diagnostica y qué opciones terapéuticas existen actualmente.

¿Qué es el apéndice y cuál es su función?

El apéndice vermiforme es una prolongación estrecha del colon, de unos 9 o 10 centímetros, situada en la parte inferior derecha del abdomen, muy próximo al final del intestino delgado y que cuelga del extremo más interior del colon, el ciego.

Durante mucho tiempo se consideró un órgano vestigial sin utilidad, pero hoy sabemos que tiene dos funciones principales:

  • Función inmunológica: contiene tejido linfoide que interviene en la maduración de glóbulos blancos encargados de la defensa frente a infecciones.
  • Función de reservorio microbiano: conserva bacterias intestinales beneficiosas, que permiten recolonizar el colon tras procesos de diarrea o desequilibrio de la microbiota (disbiosis).

Aunque se puede vivir perfectamente sin apéndice, este órgano sí aporta beneficios en el equilibrio intestinal y el sistema inmunitario.

Nuestro test específico:
Conozca su estado de salud digestiva

¿Desea saber en qué situación se encuentra su salud digestiva?

En ICAdig, hemos desarrollado un test de salud digestiva interactivo, basado en escalas ya validadas científicamente.

Obtenga un resultado personalizado. Fácil y rápidamente.

¿Por qué se produce la apendicitis?

La apendicitis aguda se produce cuando algo bloquea la luz del apéndice. Entre las causas más frecuentes se encuentran:

  • Fecalitos (fragmentos de heces endurecidas).
  • Inflamación del tejido linfático.
  • Restos de alimentos.
  • Cuerpos extraños o parásitos.
  • Tumores poco comunes, como el mucocele.

Cuando el apéndice se obstruye, las bacterias proliferan sin control, se acumula pus y aumenta la presión en sus paredes. Esto explica el dolor característico. Si la inflamación progresa, puede llegar a perforarse y liberar material infeccioso al abdomen, originando una peritonitis.

Síntomas típicos de la apendicitis

El cuadro clínico suele comenzar con un dolor abdominal difuso, generalmente alrededor del ombligo. Con el paso de las horas, el dolor se desplaza hacia la parte baja derecha del abdomen (fosa ilíaca derecha) y se hace más intenso y constante.

Otros síntomas frecuentes son:

  • Falta de apetito.
  • Náuseas y vómitos.
  • Fiebre entre 37,5 y 38,5 ºC (no siempre presente).

En algunos casos pueden aparecer molestias urinarias, diarrea o dolor lumbar, especialmente si el órgano se encuentra en posiciones atípicas, como el apéndice retrocecal.

En niños pequeños, el diagnóstico es más complejo. A menudo no saben describir el dolor, se muestran irritables o decaídos, y los síntomas pueden confundirse con otras enfermedades. Esto explica que en menores de 5 años hasta un 40 % de las apendicitis estén perforadas al llegar a quirófano, frente al 10-20 % de los adultos.

El reto del diagnóstico

El diagnóstico de apendicitis combina la evaluación clínica, las pruebas de laboratorio y las técnicas de imagen.

  • Exploración física: dolor al presionar y soltar bruscamente en la zona del apéndice, denominada punto de McBurney. Esto se conoce como signo de Blumberg.
  • Analítica de sangre: elevación de leucocitos y proteína C reactiva.
  • Análisis de orina: para descartar infección urinaria.
  • Ecografía abdominal: primera elección por ser accesible, inocua y eficaz.
  • Tomografía computarizada (TC): muy útil cuando la ecografía no es concluyente.
  • Resonancia magnética: indicada en embarazadas, para evitar radiaciones.

Gracias a estas herramientas, las llamadas apendicectomías en blanco (operaciones innecesarias) han disminuido notablemente en los últimos años. En adultos rondan el 5-10 %, y en niños apenas el 2 %.

¿Puede ser mortal una apendicitis?

Hoy en día solemos pensar en la apendicitis como una cirugía rutinaria, pero lo cierto es que durante siglos fue una enfermedad potencialmente letal.

En la Edad Media y el Renacimiento, muchos cuadros de apendicitis perforada se conocían como “cólico miserere” (apiádate de mí, en latín), una expresión que reflejaba el dolor extremo y la alta mortalidad. Sin antibióticos ni cirugía, más de la mitad de los pacientes fallecía por sepsis u otras complicaciones abdominales.

Con los avances médicos, la situación cambió radicalmente. Hoy, la mortalidad por apendicitis es muy baja:

  • Menos del 0,1 % en casos diagnosticados precozmente.
  • Apenas 1-2 por cada 1.000 pacientes en la población general.
  • En niños, todavía menos: menos de 1 de cada 1.000 muere por esta causa.

El verdadero riesgo aparece cuando el diagnóstico se retrasa.

  • Si el apéndice ya está perforado al momento de la cirugía, la mortalidad puede ascender al 2-5 %, dependiendo de la edad, el estado general del paciente y la gravedad de la infección.
  • En jóvenes y niños, incluso con perforación, la evolución suele ser buena siempre que se actúe con rapidez.

En niños muy pequeños el escenario se complica: los síntomas son poco específicos, se confunden fácilmente con otras enfermedades y el retraso diagnóstico es más frecuente. Por eso, hasta un 30-40 % de las apendicitis en menores de 5 años llegan perforadas al quirófano, frente al 10-20 % de los adultos.

Casos recientes como el del futbolista Álex Baena (Atlético de Madrid) o el colombiano Daniel Mosquera recuerdan que la apendicitis sigue siendo una urgencia médica que no distingue de edad, condición física ni estilo de vida.

¿Por qué puede ser difícil diagnosticar una apendicitis?

Uno de los grandes retos de la apendicitis es que sus síntomas pueden confundirse con muchas otras enfermedades, lo que explica por qué a veces se llega tarde al diagnóstico.

  • En las primeras horas puede parecer una gastroenteritis viral: dolor abdominal difuso, náuseas, algo de diarrea. Sin embargo, a diferencia de una gastroenteritis, el dolor de la apendicitis progresa y no cede.
  • En mujeres jóvenes, un dolor bajo en el abdomen puede deberse tanto a una apendicitis como a un problema ginecológico: un embarazo ectópico o una torsión ovárica. Son urgencias con tratamientos muy distintos.
  • Otro diagnóstico frecuente es el cólico nefrítico, causado por una piedra en el riñón que baja por el uréter derecho. El dolor es intenso y similar, aunque suele irradiarse hacia la espalda y la ingle.
  • En niños, es habitual la confusión con la adenitis mesentérica, una inflamación de ganglios en la zona final del intestino delgado que provoca un dolor abdominal parecido.

Por todo ello, en las urgencias hospitalarias se procede con cautela: el paciente se mantiene en observación, se repite la exploración y se solicitan pruebas de imagen como la ecografía o la tomografía computarizada (TC).

En el pasado, era frecuente la práctica de operar “por si acaso” cuando había dudas, lo que se conocía como apendicectomías en blanco (extirpación de un apéndice sano). Gracias a las técnicas de imagen actuales, esa tendencia ha caído de forma drástica.

  • En adultos, la tasa de apendicectomías negativas ha bajado al 5-10 %, frente al 20 % de décadas anteriores.
  • En pediatría, el descenso ha sido aún más marcado: hoy ronda apenas el 2 %.

Este progreso ha permitido reducir cirugías innecesarias y, al mismo tiempo, diagnosticar de forma más precisa los casos reales de apendicitis, lo que ha impactado positivamente en la supervivencia y recuperación de los pacientes.

Tratamiento: cirugía y nuevas alternativas

La apendicectomía continúa siendo el tratamiento de elección. Hoy se realiza mayoritariamente por laparoscopia, lo que permite incisiones mínimas, menor dolor, recuperación más rápida y cicatrices casi invisibles.

En casos muy seleccionados, sobre todo en apendicitis no complicadas, se han estudiado tratamientos antibióticos sin cirugía. Sin embargo, hasta un 30 % de los pacientes terminan requiriendo intervención en los meses siguientes, sobre todo si presentan un apendicolito (acúmulo de material endurecido en el apéndice).

Una técnica emergente: ERAT

En los últimos años se ha descrito la Terapia Apendicular Endoscópica Retrógrada (ERAT), desarrollada principalmente en China. Esta técnica accede al apéndice a través del colon con un colonoscopio, limpiando su interior y, en ocasiones, colocando un pequeño estent para desobstruirlo.

Ventajas:

  • No requiere anestesia general.
  • No deja cicatrices.
  • Conserva el apéndice y sus funciones.
  • Recuperación más rápida y menos necesidad de analgésicos.

Inconvenientes:

  • Riesgo de recurrencia (alrededor del 15 % en tres años).
  • Evidencia aún limitada, lo que impide considerarla estándar en la práctica clínica.

Apendicitis: señales de alarma y cuándo acudir a Urgencias

La clave está en no subestimar un dolor abdominal persistente y creciente, especialmente si se localiza en la parte inferior derecha del abdomen.

Otros signos de alarma son:

  • Dolor que empeora al caminar, toser o moverse.
  • Fiebre moderada asociada al dolor.
  • Náuseas, vómitos y pérdida total de apetito.
  • Malestar general con palidez, debilidad o mareo.

Un diagnóstico temprano asegura un tratamiento sencillo y una recuperación rápida. Retrasarlo, en cambio, puede derivar en complicaciones graves.

Conclusión

La apendicitis es una urgencia quirúrgica común, pero con un diagnóstico precoz y los tratamientos actuales la gran mayoría de los pacientes se recupera sin complicaciones. Reconocer los síntomas de alarma y acudir a Urgencias sin demora sigue siendo clave para evitar riesgos mayores.

Los avances en cirugía mínimamente invasiva y en nuevas alternativas terapéuticas confirman que incluso una enfermedad tan frecuente puede beneficiarse de la innovación médica.

En ICADIG seguimos de cerca estos progresos para ofrecer a nuestros pacientes las opciones más seguras, eficaces y actualizadas en el abordaje de la apendicitis.


Preguntas frecuentes sobre apendicitis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos actuales

1) ¿Qué es la apendicitis y dónde está el apéndice (dolor en el lado derecho del abdomen)?

Cuando aparece dolor en la parte baja derecha del abdomen, muchas personas se preguntan si es apendicitis o alguna otra causa.

La apendicitis es la inflamación súbita del apéndice, una pequeña prolongación del colon situada en la parte baja derecha del abdomen. Es una urgencia relativamente frecuente que, si se retrasa su diagnóstico, puede complicarse (por ejemplo, con peritonitis).

2) ¿Cuáles son los síntomas de apendicitis y cómo reconocer el dolor típico (del ombligo al lado derecho)?

Lo típico es que el dolor empiece alrededor del ombligo y, con las horas, “migre” a la parte inferior derecha del abdomen. Pueden acompañar falta de apetito, náuseas, vómitos y algo de fiebre; el dolor suele empeorar al moverse o toser.

3) Apendicitis en niños: signos y síntomas en bebés, niños y adolescentes (presentaciones atípicas)

En menores (especialmente menores de 5 años) los síntomas pueden ser confusos y el diagnóstico es más difícil; por eso llegan perforadas más veces que en adultos. Si un niño tiene dolor persistente, decaimiento o vómitos, conviene valorar en Urgencias.

4) ¿Cómo se diagnostica la apendicitis: ecografía, TAC o resonancia?

Se combina la exploración médica y análisis de sangre/orina con pruebas de imagen. La ecografía suele ser la primera opción por ser inocua; si no es concluyente, se recurre a la tomografía (TC). En embarazo, puede usarse la resonancia, en especial si se pretende evitar la radiación, como es el caso de las mujeres embarazadas. Gracias a estas técnicas hoy se hacen muchas menos cirugías “innecesarias”.

5) ¿Cuándo ir a Urgencias por dolor en el lado derecho y sospecha de apendicitis?

Debes acudir si el dolor abdominal es persistente y creciente—sobre todo en el lado derecho bajo—o empeora al caminar, toser o moverse; si se asocia a náuseas, vómitos o fiebre; o si hay mal estado general. No esperes a que “se pase”.

6) Tratamiento de la apendicitis: ¿en qué consiste la operación (apendicectomía) y por qué suele ser por laparoscopia?

El tratamiento estándar es la apendicectomía (extirpar el apéndice), hoy mayoritariamente por laparoscopia. Suele implicar menos dolor, recuperación más rápida y cicatrices pequeñas.

7) ¿Se puede tratar la apendicitis solo con antibióticos? Casos indicados y riesgo de recaída

En casos seleccionados y no complicados se han usado antibióticos, pero alrededor del 30% termina requiriendo cirugía en los meses siguientes, sobre todo si hay un “apendicolito”. Tu equipo valorará riesgos y beneficios en tu caso.

8) ¿La apendicitis puede ser mortal o causar complicaciones graves si se retrasa el tratamiento?

Con diagnóstico temprano, la mortalidad es muy baja. El riesgo aumenta si el apéndice se perfora antes del tratamiento (puede llegar al 2–5% según edad y gravedad). Actuar pronto es fundamental.

9) ¿Qué enfermedades se confunden con la apendicitis en hombres, mujeres y niños?

Las gastroenteritis, el cólico nefrítico (piedra en el riñón), los problemas ginecológicos (embarazo ectópico, torsión ovárica) o la adenitis mesentérica en niños pueden simular una apendicitis. Por eso se observa y se usan imágenes para evitar operaciones innecesarias.

10) ¿Se puede prevenir la apendicitis o reducir el riesgo de padecerla?

No hay una forma fiable de prevenirla: suele deberse a bloqueo del apéndice (heces endurecidas, inflamación del tejido linfático, etc.). La clave es reconocer los síntomas y consultar pronto.

11) Recuperación tras una apendicectomía: plazos para volver a la actividad y cuidados

Después de la extirpación del apéndice mediante laparoscopia, muchas personas reanudan actividades suaves en pocos días y vuelven a la rutina en 1–2 semanas, según su evolución clínica. Sigue siempre las indicaciones de tu equipo de cirujanos.

12) ¿Por qué el dolor de la apendicitis empieza cerca del ombligo y migra al lado derecho?

Porque al principio la irritación es más “general” y el cerebro la percibe alrededor del ombligo; cuando progresa, se localiza en el punto donde está el apéndice (parte baja derecha).

13) ¿Para qué sirve el apéndice? Funciones inmunológicas y microbiota

El apéndice aporta tejido inmunológico y actúa como “reservorio” de bacterias beneficiosas para recolonizar el intestino tras diarreas o desequilibrios de la microbiota. Se puede vivir sin él, pero tiene funciones útiles.

14) Síntomas atípicos de apendicitis: ¿puede doler la espalda o bajo las costillas derechas?

No todas las apendicitis siguen los síntomas “de libro”: el dolor puede sentirse en la espalda o bajo las costillas derechas, o ser más vago, especialmente en niños y en algunas posiciones del apéndice, como cuando se localiza en posición retrocecal. Ante la duda, mejor acudir a Urgencias.

Compartir
Artículos recientes
Apendicitis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos actuales

Apendicitis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos actuales

29/09/2025

El triple escudo sanitario en la endoscopia digestiva: seguridad, tecnología y protocolos pensados para ti

28/08/2025

Preguntas frecuentes sobre úlceras gastroduodenales: todo lo que necesitas saber

01/07/2025
Blog y novedades
Las últimas novedades y artículos recientes directamente de nosotros.

Suscríbete a nuestra newsletter

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad