Hígado graso

Tu metabolismo te traiciona

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¿Pueden las células de tu hígado sufrir sobrepeso?

La enfermedad grasa hepática, también llamada esteatosis, consiste en una acumulación de grasa dentro de las células del hígado. En el caso de esta patología, la grasa se acumula en forma de gotas. Estas gotas habitualmente son de gran tamaño, por lo que ocupan casi todo el interior de la célula, desplazando hacia la periferia los componentes de la misma.

El hígado puede almacenar energía, pero en forma de carbohidratos. Esto es, azúcares. No es normal que almacene grasas. Lo que llamamos lípidos. El almacén habitual de las grasas es el tejido adiposo que se localiza, por ejemplo, debajo de la piel. Cuando hay gotas de grasa en el interior de más del 5% de las células del hígado hablamos de enfermedad grasa hepática o esteatosis.

Los problemas que puedes tener.

El pronóstico es variable y depende de cómo afecte esta ocupación por grasa a las células del hígado. En muchos casos, el exceso de grasa no afecta al funcionamiento de las células del hígado. Esto es lo que conocemos como esteatosis simple.

Sin embargo, cuando las células que contienen la grasa se inflaman hablamos de esteatohepatitis. Esta situación puede llevar a que estas células inflamadas y que se dañan progresivamente, mueran. El hígado intenta reparar este daño creando nuevo tejido, pero en ocasiones, no puede regenerar todas las células dañadas y parte de estas son sustituidas por fibrosis. En definitiva, se forma tejido cicatricial. En estos casos, cuando hay cicatrices dentro del hígado, su funcionamiento puede verse afectado. También pueden aparecer consecuencias derivadas del aumento de presión que ocurre dentro de las venas del hígado por ese tejido cicatricial. Ambas situaciones, el mal funcionamiento del hígado y la alta presión en su interior, van a producir síntomas en el paciente, de intensidad y gravedad variable, pero que sin duda van a deteriorar su calidad de vida.

Modo prevención

Este deterioro progresivo se puede prevenir conociendo cuáles son sus causas. Una de las principales es el consumo excesivo de alcohol y en este caso hablamos de enfermedad hepática relacionada con el alcohol.

Pero cuando utilizamos el término enfermedad grasa hepática nos referimos a la que no está causada por el consumo de alcohol sino por enfermedades metabólicas. Las más frecuentes son el sobrepeso y la obesidad. De hecho, 9 de cada 10 personas que tienen obesidad padecen también de enfermedad grasa hepática.

Otro problema metabólico que causa hígado graso es la diabetes. En esta enfermedad, como ya sabes, los niveles de azúcar en sangre están elevados. Si se combinan ambas situaciones, el sobrepeso / obesidad con la diabetes, aumenta todavía más el riesgo de padecer enfermedad grasa hepática. ¿Son estas situaciones las únicas importantes? La respuesta es no. También existen otras enfermedades metabólicas que favorecen la aparición de hígado graso, como son los niveles altos de grasas en sangre o la hipertensión arterial.

El control del peso, con una dieta sana de perfil mediterráneo y realización de actividad física, es la principal forma de prevenir y tratar el hígado graso. En pacientes con diabetes, hipertensión o aumento de grasas en sangre, el control de estas enfermedades mejora también la evolución del hígado graso.

Por último, puede haber una predisposición genética o racial a padecer esta enfermedad. Este factor predisponente, como es obvio, no puede cambiarse. Pero la gran mayoría de pacientes con hígado graso tienen asociada alguna enfermedad metabólica y, por tanto, tienen opciones de prevenir y tratar esta enfermedad.

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