Dieta y cáncer colorrectal
Qué alimentos podrían protegerte y cuáles evitar
- Dr. José Carlos Marín
- Noviembre 2023
- Oncología digestiva
Suscríbete a nuestra newsletter
El cáncer colorrectal es el tercer tipo de cáncer más común en el mundo, tanto en hombres como en mujeres. La mayoría de los casos ocurren en mayores de 50 años, y la posibilidad de desarrollar un cáncer colorrectal aumenta con la edad.
Existen varios factores de riesgo, incluyendo antecedentes familiares, síndromes hereditarios como la poliposis adenomatosa familiar, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes tipo 2 y obesidad.
Pero la dieta también juega un papel importante. Seguir una dieta saludable puede ayudar a prevenir el cáncer colorrectal, mientras que ciertos hábitos dietéticos pueden aumentar el riesgo.
Sigue leyendo para enterarte de qué alimentos conviene incluir y cuáles evitar para reducir las probabilidades de desarrollar esta enfermedad.
Carnes rojas y procesadas
Varios estudios han encontrado una asociación entre el consumo de carnes rojas (como ternera, cerdo y cordero) y carnes procesadas (como salchichas y embutidos) con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. El consumo de aves, sin embargo, no se ha asociado con aumento de este tipo de cáncer.
Se ha propuesto que las proteínas que contienen un compuesto llamado “hemo” en las carnes rojas ricas en mioglobina pueden promover la transformación maligna de las células de la mucosa del colon a través de diferentes vías químicas que las dañan.
Además, el proceso de curado y ahumado de la carne produce compuestos carcinogénicos como los nitratos e hidrocarburos, y cocinar la carne a altas temperaturas produce aminas que favorecen el desarrollo de cáncer (1).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica las carnes procesadas como carcinógenas, capaces de producir cáncer, para los humanos y las carnes rojas como probablemente carcinógenas (2).
De hecho, por cada 100 g adicionales consumidos de carne roja al día se ha calculado un aumento del riesgo de cáncer de colon y recto de entre el 10 y el 15%. Cuando hablamos de carne procesada, un incremento del consumo de solo 50 g al día eleva el riego entre un 15 y un 20% (3). Se recomienda limitar el consumo de carnes rojas a menos de 500 gramos por semana y evitar por completo las carnes procesadas.
Por el contrario, una dieta rica en pescados, de unos 100 g/día, podría descender el riesgo cerca de un 10% (4).
Dieta rica en grasas
Las dietas ricas en grasas, especialmente grasas saturadas provenientes de carnes rojas, productos lácteos enteros, y aceites como el de palma y coco, se han relacionado con una mayor incidencia de cáncer colorrectal (5).
El mecanismo de base parece ser un aumento del contenido de ácidos biliares que llegan al colon donde son metabolizados por las bacterias intestinales en otro tipo de ácidos que dañan la pared del colon y facilitan el desarrollo de cáncer de colon y recto.
Se cree que, además, el exceso de grasas saturadas afecta el equilibrio de la microbiota en el intestino, promoviendo el crecimiento de bacterias que generan compuestos inflamatorios y cancerígenos (6). Además, una dieta alta en grasas está vinculada a sobrepeso y obesidad, que también son factores de riesgo para desarrollar cáncer colorrectal.
Sin embargo, existe cierta controversia en lo que a esta asociación entre ingesta de grasas y cáncer colorrectal se refiere. Algún estudio reciente, no ha detectado una clara repercusión negativa de la ingesta de grasas en la aparición del cáncer de colon y recto (7).
En todo caso, es mejor elegir fuentes de grasas más saludables como aceites vegetales como el de oliva, frutos secos, semillas y pescados ricos en omega 3, como el salmón.
Es muy recomendable, por tanto, que limites el consumo de carnes grasas, lácteos enteros y alimentos procesados ricos en grasas.
Café
Algunos estudios han encontrado que beber café regularmente se asocia con una reducción del riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. El beneficio del café parece depender de su dosis, con una reducción del riesgo de entre un 7% – 12% tomando al menos 5 tazas al día. Tienes que ser un gran amante del café.
En cuanto a la cafeína, parece no tener nada que ver con la reducción del riesgo (8). De hecho, en algunos estudios, el efecto beneficioso era mayor con el café descafeinado. Sin embargo, esto puede deberse a cierta confusión estadística subyacente en estos análisis. En general, las personas que consumen más café descafeinado están más pendientes de su salud digestiva. Muy probablemente consumen menos alcohol y carnes rojas y más fibra.
Los compuestos antioxidantes presentes en el café parecen tener efectos protectores. Además, el café promueve la motilidad intestinal, reduciendo el tiempo de exposición del intestino a posibles sustancias cancerígenas.
Así que, tomar unas cuantas tazas de café al día parece ser una buena idea para ayudar a prevenir el cáncer colorrectal.
Bebidas azucaradas
El consumo frecuente de bebidas azucaradas como los refrescos también se ha relacionado con un riesgo moderado de padecer cáncer colorrectal (9,10) aunque no parece incrementar el riesgo de morir por el cáncer de colon y recto. Lo recomendable es evitarlas.
Alcohol
Varios estudios muestran que el consumo de alcohol está fuertemente asociado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. El riesgo aumenta incluso con un consumo leve o moderado de alcohol (11). Llega a incrementarse un 7% por cada 10 g de alcohol al día, lo que viene a ser algo menos de una copa de vino al día.
Por ello, para reducir el riesgo de cáncer colorrectal, lo mejor es evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Fibra
Llevar una dieta rica en fibra procedente de vegetales, frutas, cereales integrales y legumbres ayuda a prevenir el cáncer de colon y recto.
La fibra acelera el tránsito intestinal, por tanto, reduce el tiempo de contacto con posibles sustancias cancerígenas. Además, promueve tener un microbiota intestinal saludable que protege contra la inflamación.
Se calcula que por cada 10 gramos de fibra al día que incluyas en la dieta, tu riesgo de desarrollar cáncer de colon se reduce entre el 10 y el 17%.
Se recomienda consumir al menos 25-30 gramos de fibra diarios provenientes de verduras, ensaladas, frutas con piel, cereales integrales, legumbres, nueces y semillas. Esto significa basar las comidas en estos alimentos ricos en fibra. Y, por lo general, nos quedamos cortos. En España, el consumo medio es de solo unos 13 gramos al día.
Aprovechamos para recordarte nuestro vídeo con la conocidísima dietista y nutricionista, Virginia Gómez, donde hablamos de la importancia de la fibra en la dieta.
Lácteos
El calcio de los productos lácteos podría tener un efecto protector contra el cáncer colorrectal. Varios estudios han encontrado que las personas que consumen más calcio, especialmente de fuentes dietéticas como la leche, el queso y el yogur, tienen menor riesgo de desarrollar tumores colorrectales.
Se recomienda consumir de 2 a 3 porciones diarias de productos lácteos bajos en grasa, como leche semidesnatada o desnatada, yogur natural y quesos frescos.
Existe una relación entre la cantidad de lácteos consumidos y la reducción del riesgo de cáncer colorrectal. Así, se reduce un 7% el riesgo por cada 50g de queso diario y otro 7% por cada 200 g al día de leche. Esta tendencia también se ha observado con el consumo de yogures (12,13).
Calcio y vitamina D
Se cree que el calcio y la vitamina D actúan en conjunto y protegen la mucosa del colon al enlazarse con los ácidos grasos y las sales biliares que van pasando por el colon. Estos últimos compuestos químicos favorecen el desarrollo de cáncer colorrectal. Tanto el calcio como la vitamina D, los bloquean. Además, el calcio y la vitamina D pueden bloquear mutaciones en genes que se encuentran en las células del colon y predisponen al desarrollo de los precursores del cáncer de colon (14).
Además de obtener calcio de los lácteos, también es importante consumir suficiente vitamina D.
La vitamina D mejora la absorción de calcio y ambos nutrientes colaboran en mantener la salud del colon.
Algunas buenas fuentes dietéticas de vitamina D son los pescados grasos, el hígado, la yema de huevo, así como la leche y cereales. También podemos sintetizar vitamina D con la exposición moderada al sol.
Hay suficientes datos que apoyan que una dieta rica en calcio, de entre 300 y 400 mg/día reduce el riesgo de cáncer colorrectal entre el 5 y 6 el 6%. Sucede de forma similar con la vitamina D con una reducción del riesgo de alrededor del 4% por cada 100 unidades diarias. Este efecto beneficioso se combina y potencia con el del calcio (15).
Folato
El folato, también conocido como ácido fólico, es una vitamina B cuyo efecto protector contra el cáncer colorrectal no está confirmado (16). Los estudios que han evaluado su papel en el cáncer colorrectal han mostrado datos divergentes.
Los alimentos vegetales son ricos en folato natural. Entre las mejores fuentes se encuentran las legumbres, vegetales de hoja verde, aguacates y cítricos. También se puede encontrar folato en cereales y panes integrales.
Vitamina B6
Al igual que el folato, se ha visto que la vitamina B6, también llamada piridoxina, ayuda a prevenir el cáncer de colon.
La vitamina B6 participa en procesos de síntesis del ADN y podría inhibir la transformación de las células hacia el cáncer (17).
Consumir productos ricos en B6 podría reducir el riesgo de cáncer colorrectal hasta un 12% (18). Las carnes de ave, pescados, legumbres, plátanos, las verduras de hoja verde, los frutos secos y semillas son fuentes de vitamina B6.
Magnesio
Por último, asegurar un adecuado consumo de magnesio también podría ayudar a reducir el riesgo de cáncer colorrectal, según algunos estudios (18). El magnesio es un mineral con propiedades antioxidantes que reduce la proliferación de las células.
Los frutos secos, semillas, legumbres, verduras de hoja verde y cereales integrales son excelentes fuentes de magnesio, así como el pescado, los plátanos y el aguacate. Consumir alrededor de 300 mg diarios de magnesio de la dieta parece ser lo más beneficioso.
Modificando la dieta y adquiriendo hábitos alimenticios saludables se puede reducir significativamente el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
En resumen, se aconseja:
- Limitar el consumo de carnes rojas y evitar las carnes procesadas.
- Reducir la ingesta de grasas.
- Aumentar el consumo de fibra.
- Tomar café regularmente, independientemente de que sea o no descafeinado.
- Evitar el consumo de alcohol.
- Consumir lácteos bajos en grasa y fuentes de vitamina D y calcio.
- Incluir alimentos ricos en vitamina B6 y magnesio.
Por todo ello, te recomendamos llevar una alimentación basada en vegetales, rica en fibra, vitaminas y antioxidantes naturales, junto con hacer ejercicio regularmente y mantener un peso saludable, es la mejor manera de promover la salud intestinal y reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
REFERENCIAS:
(1) Farvid MS, Sidahmed E, Spence ND, Mante Angua K, Rosner BA, Barnett JB. Consumption of red meat and processed meat and cancer incidence: a systematic review and meta-analysis of prospective studies. Eur J Epidemiol [Internet]. 2021 Sep 1 [cited 2023 Nov 5];36(9):937–51.
(2) Bouvard V, Loomis D, Guyton KZ, Grosse Y, Ghissassi F El, Benbrahim-Tallaa L, et al. Carcinogenicity of consumption of red and processed meat. Lancet Oncol [Internet]. 2015 Dec 1 [cited 2023 Nov 5];16(16):1599–600.
- (3) Andres Morgado-Diaz J. Gastrointestinal Cancers.
- (6) Schulz MD, Atay Ç, Heringer J, Romrig FK, Schwitalla S, Aydin B, et al. High-fat diet-mediated dysbiosis promotes intestinal carcinogenesis independent of obesity. Nature [Internet]. 2014 Oct 10 [cited 2023 Nov 5];514(7523):508. Available from: /pmc/articles/PMC4233209/
- (12) Barrubés L, Babio N, Becerra-Tomás N, Rosique-Esteban N, Salas-Salvadó J. Association Between Dairy Product Consumption and Colorectal Cancer Risk in Adults: A Systematic Review and Meta-Analysis of Epidemiologic Studies. Advances in Nutrition. 2019 May 1;10:S190–211.