La Endoscopia Digestiva Avanzada: ICAdig
Descubre la Endoscopia Digestiva Avanzada
La endoscopia digestiva es una herramienta fundamental en el estudio de los trastornos gastrointestinales. En ICAdig, te ofrecemos servicios de endoscopia digestiva avanzada para brindarte diagnósticos precisos y tratamientos efectivos.
La endoscopia digestiva es la técnica más precisa para la evaluación de la mucosa del tubo digestivo. Los avances tecnológicos de los últimos años han permitido el desarrollo de sistemas ópticos de alta precisión que hacen posible la visualización de los vasos sanguíneos y los sistemas glandulares en los que ocurren la digestión y absorción de los nutrientes.
¿Qué es una Endoscopia?
La endoscopia es el procedimiento médico que permite visualizar el interior del tracto digestivo.
Se realiza mediante instrumentos flexibles que incorporan sistemas ópticos y electrónicos de alta tecnología, que hacen posible no solo la visualización de la capa mucosa, sino también, realizar biopsias y llevar a cabo procedimientos terapéuticos mínimamente invasivos.
Aplicaciones de la Endoscopia Digestiva
¿Para Qué Sirve la Endoscopia Digestiva?
Diagnóstico de Enfermedades Digestivas: muchos de los problemas digestivos ocurren por alteraciones de la capa mucosa, la superficie interna del esófago, el estómago y los intestinos. La endoscopia es la única técnica que permite el acceso directo a esta estructura. Por este motivo, es el procedimiento que permite diagnosticar con mayor precisión condiciones médicas como úlceras, inflamación, pólipos, tumores, infecciones, reflujo gastroesofágico, y enfermedades inflamatorias del tracto digestivo (como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa).
- Toma de Biopsias: Durante el procedimiento, los médicos pueden tomar pequeñas muestras de tejido (biopsias) para analizarlas en el laboratorio y obtener más información sobre la presencia de enfermedades o condiciones específicas.
- Tratamientos: El desarrollo de instrumental específico ha convertido a la endoscopia digestiva en una herramienta terapéutica de primer nivel. A los tratamientos tradicionales como la resección de pólipos colorrectales, la dilatación de áreas de estrechez secundarias a reflujo gastroesofágico o la cauterización de focos de hemorragia, se han sumado en años recientes nuevas técnicas para el tratamiento del cáncer gastrointestinal precoz y de algunas alteraciones esofágicas que dificultan la deglución de los alimentos.
- Detección Precoz y Prevención del cáncer digestivo: La mayor parte de los tumores digestivos se originan en su capa mucosa interna. El nivel de detalle de los actuales sistemas ópticos de endoscopia, permite la evaluación muy precisa de las alteraciones que preceden a la aparición del cáncer y su resección en estadios precoces.
Usos de la Endoscopia Digestiva
- Diagnóstico de Enfermedades Digestivas: Permite detectar y diagnosticar condiciones médicas como úlceras, inflamación, pólipos, tumores, infecciones, reflujo gastroesofágico, y enfermedades inflamatorias del tracto digestivo (como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa).
- Toma de Biopsias: Durante el procedimiento, los médicos pueden tomar pequeñas muestras de tejido (biopsias) para analizarlas en el laboratorio y obtener más información sobre la presencia de enfermedades o condiciones específicas.
- Tratamiento de Condiciones: Además de diagnosticar, la endoscopia puede utilizarse para realizar ciertos procedimientos terapéuticos. Por ejemplo, se pueden extirpar pólipos, detener sangrados o dilatar áreas estrechas del esófago o del tracto digestivo.
- Control y Seguimiento: La endoscopia también se puede emplear para realizar seguimientos y controlar la respuesta al tratamiento en pacientes con condiciones crónicas.
- Alivio de Síntomas: En algunos casos, la endoscopia puede ayudar a identificar la causa de síntomas como dolor abdominal, dificultad para tragar o acidez estomacal, lo que permite un abordaje más preciso en el tratamiento.
¿Cómo se Realiza una Endoscopia Digestiva?
Durante una endoscopia digestiva, se introduce el endoscopio a través de la boca o el ano, según la región que se deba examinar. Estos procedimientos se realizan en todos los casos mediante sedación anestésica, por lo que no sentirá ninguna molestia.
- Preparación: Antes de la endoscopia tendrás que estar en ayunas, por lo que no se puede comer ni beber nada durante varias horas. En las endoscopias del colon y el recto es necesario realizar una preparación con laxantes para asegurar la limpieza del intestino. En algunos casos, también es posible que necesites dejar de tomar ciertos medicamentos antes del procedimiento. Dado que en la actualidad todos los procedimientos se realizan bajo sedación anestésica, deberás acudir a tu cita acompañado por un adulto. Tu médico te proporcionará instrucciones específicas sobre cómo prepararte para el procedimiento.
- Registro y Evaluación de la Historia Clínica: Antes de comenzar la endoscopia, el personal médico revisará tu historial clínico y cualquier síntoma que puedas tener. Se tomarán medidas para monitorear tus signos vitales, como la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
- Sedación o Anestesia Local: La sedación anestésica garantiza que el paciente no tendrá molestias durante el procedimientos. Es posible que, en algunos casos, el anestesiólogo utilice también algún anestésico local en la garganta. Durante el procedimiento se realiza una monitorización continua de tus constantes vitales: frecuencia cardíaca, oxígeno en sangre y tensión arterial.
- Inserción del Endoscopio: El endoscopio es una sonda flexible con un sistema de iluminación y cámaras localizados en su extremo. También dispone de un sistema de insuflación de gas, generalmente aire o CO2, para distender el segmento intestinal a visualizar. Mientras el paciente está acostado y sedado, el médico controla el desplazamiento del endoscopio a través del tubo digestivo mediante unos mandos que permiten una gran precisión de movimientos.
- Visualización y Evaluación: A medida que el endoscopio avanza, el médico dispone de imágenes en tiempo real en un monitor de video. Se pueden tomar imágenes, para su evaluación posterior, y biopsias, si es necesario.
- Procedimientos Terapéuticos: Si se detectan problemas durante la endoscopia, como pólipos o áreas estrechas, el médico puede realizar procedimientos terapéuticos en ese momento, como la extirpación de pólipos o la dilatación de áreas de estrechez.
- Retirada del Endoscopio: Una vez que se completa la evaluación o cualquier procedimiento adicional, el endoscopio se retira cuidadosamente.
- Recuperación: Después del procedimiento, te llevarán a una sala de recuperación hasta que los efectos de la sedación hayan desaparecido por completo. Algunas personas pueden experimentar una ligera molestia en la garganta o en el abdomen, pero esto generalmente desaparece rápidamente.
Es fundamental seguir las instrucciones de tu médico antes y después del procedimiento.
¿Qué Detecta una Endoscopia?
En la actualidad se dispone de una amplia variedad de endoscopios, de diferentes longitudes, calibres y configuraciones, que permiten acceder a la totalidad del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, y más recientemente, también al interior de las vías biliares extrahepáticas y el conducto pancreático principal. Algunas de las condiciones más frecuentes que es posible identificar mediante la endoscopia digestiva son:
Inflamación esofágica o “esofagitis”: causadas por reflujo gastroesofágico, infecciones por bacterias, hongos, virus o medicamentos. Con menor frecuencia, algunas condiciones alérgicas o autoinmunes también pueden producir esofagitis.
Esófago de Barrett: la exposición crónica de la mucosa esofágica al ácido gástrico, produce en algunas personas cambios crónicos que predisponen al cáncer de la unión gastroesofágica. Su diagnóstico precoz y vigilancia periódica constituyen las principales medidas de prevención del cáncer en esta localización.
Hernia de hiato: caracterizadas por el desplazamiento de la unión gastroesofágica de su posición anatómica normal en el abdomen.
Inflamaciones de la mucosa gástrica o “gastritis”: producidas por la infección crónica por la bacteria Helicobacter pylori, pueden afectar una parte o la totalidad del estómago y alterar las barreras protectoras de la mucosa. Otras infecciones bacterianas o víricas pueden alterarla tanto de forma aguda como crónica, especialmente en personas con inmunodeficiencias. Algunas alteraciones de tipo autoinmune pueden asociarse a tipos específicos de gastritis.
Úlceras esofágicas, gástricas o Duodenales: Las úlceras implican la pérdida de la integridad de la barrera mucosa. Sus causas son múltiples pero algunos medicamentos y la infección crónica de la mucosa gástrica por H. pylori son las causas más frecuentes.
Pólipos: Se denomina así a las protrusiones de la mucosa. Pueden tener diversas morfologías y ser secundarios a enfermedades inflamatorias y neoplásicas, benignas o malignas. La endoscopia no solo permite su detección, sino también su tratamiento.
Estenosis o Estrechamientos: La cicatrización asociada a la inflamación crónica de cualquier tipo, incluyendo el reflujo gastroesofágico y las úlceras intestinales, pueden producir zonas de estenosis, especialmente en áreas de menor calibre especialmente en el esófago, el duodeno o la parte izquierda del colon. Su dilatación endoscópica es el tratamiento de primera línea en la mayor parte de los casos.
Sangrado Interno: La endoscopia digestiva es la prueba de primera elección en el diagnóstico y tratamiento de cualquier signo de hemorragia interna.
Colitis y proctitis: la inflamación crónica del colon y recto es la característica fundamental de la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Existe una amplia variedad de condiciones infecciosas, medicamentosas y autoinmunes que pueden producir tanto inflamación aguda como crónica. La toma de biopsias durante las endoscopias permite aclarar el mecanismo de la enfermedad y dirigir el tratamiento.
Cáncer y lesiones pre-malignas: el desarrollo de los modernos sistemas ópticos de alta definición y de software de contraste vascular y mucoso, convierten a la endoscopia en la principal herramienta diagnóstica del cáncer y de las lesiones que lo preceden. Por este motivo, es posible en la actualidad no solo su detección precoz, sino también su prevención mediante el tratamiento de los cambios mucosos precancerosos.
¿Cuánto Tiempo Dura una Endoscopia con Sedación?
La duración de una endoscopia con sedación puede variar, pero típicamente dura entre 20 y 60 minutos, dependiendo de los objetivos concretos y el plan de trabajo de cada procedimiento. Las endoscopias diagnósticas, especialmente si no es necesaria la realización de técnicas auxiliares especiales, es menor que en los procedimientos terapéuticos. El nivel de complejidad y dificultad técnica de estos últimos incluye procedimientos que pueden durar minutos a procedimientos de varias horas, como los destinados al tratamiento del cáncer digestivo.
La duración de la sedación se ajusta para que el paciente esté cómodo durante todo el tiempo necesario, pero garantizando al mismo tiempo el despertar en el menor tiempo posible tras la finalización del procedimiento.
La recuperación de la sedación puede variar de una persona a otra, pero generalmente, muchos pacientes pueden sentirse alerta y capaces de abandonar el entorno médico en unos 15 o 20 minutos tras el procedimiento. Es importante seguir las instrucciones del equipo médico con respecto a las precauciones postoperatorias y la restricción de actividades, especialmente la conducción o la realización de actividades de riesgo que requieren un elevado nivel de atención.
Es esencial consultar cualquier duda sobre la sedación y la duración del procedimiento con el equipo médico antes de la endoscopia. Cada paciente es único, y los profesionales médicos ajustarán la sedación según las necesidades individuales y las características del procedimiento.
Molestias Normales Después de una Endoscopia
Después de una sedación durante una endoscopia, algunas personas pueden experimentar ciertas molestias o efectos secundarios. Es importante tener en cuenta que la respuesta a la sedación puede variar de una persona a otra. Algunas de las molestias comunes después de una sedación pueden incluir:
- Somnolencia o Fatiga: La sedación puede dejar a las personas con una sensación de somnolencia o cansancio. Es posible que deseen descansar y dormir durante un tiempo después del procedimiento.
- Confusión Temporal: Algunas personas pueden experimentar confusión leve o dificultad para concentrarse durante un breve período después de la sedación. Esto generalmente mejora rápidamente a medida que los efectos de la sedación disminuyen.
- Dolor de Garganta: La garganta puede sentirse un poco irritada o adolorida después de una endoscopia oral. Su frecuencia varía dependiendo del tipo de endoscopio necesario para cada procedimiento, pero suele ser leve y siempre de corta duración.
- Náuseas o Vómitos: Algunas personas pueden experimentar náuseas o vómitos leves después de la sedación. Esto es más común en procedimientos más prolongados o en personas propensas a este tipo de reacción.
- Dolor Abdominal o Gases: Puede haber molestias leves en el abdomen debido al aire insuflado durante el procedimiento para facilitar la visualización. La expulsión del gas por boca o ano, en los minutos siguientes, soluciona las molestias en la práctica totalidad de los casos. Si no es así, su médico le indicará las medidas a tomar para minimizar las molestias.
Es crucial seguir las instrucciones del equipo médico después del procedimiento, incluyendo las pautas sobre la alimentación, la hidratación y la actividad física. Si las molestias persisten o se vuelven preocupantes, es importante comunicarse con el médico que realizó el procedimiento para obtener orientación adicional.
¿Cuánto se Tarda en Hacer una Endoscopia?
La duración de una endoscopia Digestiva, puede variar según varios factores, como el tipo de procedimiento, la complejidad del caso, la necesidad de realizar procedimientos terapéuticos adicionales y la respuesta individual del paciente. En general, la mayoría de las endoscopias del tracto digestivo superior, que incluyen el esófago, el estómago y el duodeno, suelen tomar alrededor de 15 minutos a 30 minutos.
Aquí hay algunos puntos clave relacionados con el tiempo necesario para realizar una endoscopia:
Tipo de Endoscopia: La duración del procedimiento puede variar según si se trata de una endoscopia diagnóstica estándar o si se están realizando procedimientos terapéuticos adicionales, como la extirpación de pólipos o la dilatación de áreas estrechas.
- Complejidad del Caso: Algunas condiciones médicas pueden hacer que el procedimiento sea más complejo, lo que podría prolongar la duración de la endoscopia.
- Cooperación del Paciente: La cooperación del paciente, la facilidad de inserción del endoscopio y la necesidad de realizar maniobras adicionales pueden influir en la duración del procedimiento.
- Sedación: La administración de sedación puede afectar el tiempo que el paciente está en un estado de sedación y también puede influir en el tiempo total necesario para la endoscopia.
- Preparación y Recuperación: Además del tiempo de procedimiento en sí, se debe considerar el tiempo necesario para la preparación previa al procedimiento y la recuperación posterior.
Mientras que la duración típica de una endoscopia del tracto digestivo superior es de 15 a 30 minutos, esta cifra puede variar. Los pacientes deben discutir con su médico los detalles específicos de su procedimiento y cualquier pregunta que tengan sobre la duración esperada.
Confíe en nuestros Especialistas del Aparato Digestivo
La salud digestiva es un aspecto crucial de nuestro bienestar general. Confíe en los especialistas del aparato digestivo de ICAdig para recibir atención de calidad. Nuestro equipo de expertos no solo cuenta con la experiencia necesaria, sino que también se compromete a proporcionar un enfoque personalizado y comprensivo para cada paciente.
Beneficios de abordar a tiempo una Endoscopia Digestiva
Una indicación adecuada de la endoscopia es el primer paso para la solución de problemas digestivos en múltiples áreas:
- Diagnóstico Preciso: Aunque la realización de una historia clínica de calidad es el elemento más importante de la orientación diagnóstica, en algunos casos es necesaria la visualización de la mucosa para evaluar su gravedad, pronóstico y la toma de biopsias.
- Tratamiento Inmediato: en la mayor parte de las indicaciones será posible un tratamiento durante el mismo procedimiento diagnóstico inicial. En procedimientos terapéuticos de mayor complejidad será necesario programar una segunda endoscopia de tratamiento.
- Evaluación periódica de enfermedades inflamatorias crónicas: en algunas enfermedades es necesario monitorizar periódicamente la actividad inflamatoria para definir la necesidad de cambios en los tratamientos farmacológicos. Este es el caso del Esófago de Barrett, algunos tipos de gastritis crónicas y las enfermedades inflamatorias intestinales Colitis Ulcerosa y Enfermedad de Crohn.
- Detección Precoz del cáncer digestivo: la detección temprana de condiciones inflamatorias crónicas, pólipos y tumores permite su tratamiento mínimamente invasivo con altas tasas de curación. Esto es especialmente importante en el seguimiento preventivo de pacientes de alto riesgo de cáncer, especialmente aquellas personas portadoras de mutaciones genéticas que les confieren un mayor riesgo de neoplasias. Entre éstas se incluyen el síndrome de Lynch, la poliposis adenomatosa familiar y una amplia variedad de condiciones que se asocian al cáncer digestivo y ginecológico entre otros.
- Prevención de Complicaciones: la detección de trastornos asintomáticos puede ser clave en la implementación de tratamientos preventivos. Este es el caso de algunas enfermedades hepáticas avanzadas, que pueden asociarse al desarrollo de varices en esófago o el estómago, que sin tratamiento pueden ser la causa de hemorragias graves.
Le atenderemos encantados, siempre de la mano de nuestros especialistas en el aparato digestivo. En ICAdig, usted puede tener una consulta online o de forma presencial.